Columna de Mauricio Morales: Piñera 2026
- Por Meganoticias
Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.
En medio de la conmemoración por los 50 años del Golpe de Estado, el gobierno buscó la firma de una declaración conjunta y transversal de todos los partidos políticos en defensa de la democracia y de los Derechos Humanos. Los partidos de oposición no la suscribieron y decidieron firmar una declaración autónoma.
Si se comparan los contenidos de ambas declaraciones -de gobierno y de oposición- las diferencias son marginales. Sería el colmo que en pleno siglo XXI existieran partidos dudosos de la democracia o con una visión restringida de los Derechos Humanos como base de la convivencia social.
Sin embargo, y en medio de una polarización exagerada de la élite política, el exPresidente Piñera firmó la declaración impulsada por el gobierno. Lo hizo a contrapelo de su coalición política e invitado por un Mandatario que lo acusó de violar los Derechos Humanos, amenazando con perseguirlo judicialmente.
Era la oportunidad para que Piñera le diera la espalda y cobrara revancha por las injurias y calumnias emitidas en su contra por el entonces candidato Boric. Pero Sebastián Piñera respondió con clase. No sin antes haber reprendido al Presidente por sus acusaciones, visitó La Moneda y, posteriormente, colaboró con su firma junto a los otros exmandatarios. Con esto, dejó fuera de juego a su propia coalición que, dicho sea de paso, lo había definido como un interlocutor no válido frente al gobierno. Pero fiel a su estilo, Piñera tomó la decisión sin tomar en cuenta el parecer de sus partidos.
La reciente encuesta Cadem muestra que más de la mitad de los chilenos cree que Piñera ha colaborado con la reconciliación del país, ítem en el que empata con Bachelet, y en que saca una gran ventaja a Boric y al PC (23%). Fuera de todo pronóstico, además, Piñera ha figurado en las encuestas con una intención de voto poco despreciable para quien expresó su intención de ser un gran exPresidente. Por cierto, también resulta llamativa su valoración ciudadana luego de romper el récord de desaprobación presidencial en medio del estallido social y de haber cedido a las presiones de la calle y de la izquierda para entregar la Constitución y meter al país en un túnel prácticamente sin salida.
¿Qué hará Piñera en este contexto? Como viejo zorro, sabe que la fuerza electoral está en el centro, y que mostrarse como un líder similar a Kast solo reproduce la espiral de fracaso de la derecha tradicional. En 2009 derrotó a Frei, avanzando hacia votantes moderados y haciéndose fuerte en los segmentos de ingreso medio. Mientras Lavín en 1999 compitió con la izquierda en el mundo popular, pero con dificultades para fidelizar a los electores moderados, Piñera logró las dos cosas simultáneamente. Así rompió los 20 años de Concertación.
Hoy el centro está tristemente vacío. No hay liderazgos. Lo más dramático es que existe una fuerte demanda de electores moderados que se aburrieron de izquierdas y derechas. Si bien un gobierno de unidad nacional es inviable -e incluso indeseable, dado que la política es sinónimo de competencia- sí es posible ofrecer un gobierno de administración y gestión para mejorar las condiciones de los chilenos en 4 años. Piñera perfectamente puede cumplir esa tarea. ¿Tendrá ganas? Aparentemente no. ¿Se lo pedirán desde Chile Vamos? Difícil. Y si la gente lo pide? Seguro lo pensará.
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