EEUU desclasifica informes que confirman que Nixon conocía planes de Golpe de Estado en Chile

La embajada de Estados Unidos en Chile confirmó la liberación de dos documentos inéditos sobre los días previos al golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Se trata de los informes diarios enviados al presidente de EE.UU. Richard Nixon los días 8 y 11 de septiembre.

Los informes fueron elaborados por la CIA. Según la misma agencia, son considerados “un resumen diario de información y análisis de alto nivel y de todas las fuentes sobre cuestiones de seguridad nacional”.

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En ellos, queda confirmado que el presidente norteamericano estaba al tanto de los planes que tenían las Fuerzas Armadas chilenas de llevar adelante un golpe de Estado. El informe del 8 de septiembre, señala que “se han recibido varios informes de Chile que indican la posibilidad de un intento de golpe militar anticipado”.

 

La Moneda y Richard Nixon / Fotos: AFP

 

Asimismo, se indica que “el malestar se centra en la Armada, cuyo personal está en vilo ante el inminente nombramiento de un nuevo jefe de servicio. Los hombres de la marina que conspiran para derrocar al gobierno reclaman ahora el apoyo del Ejército y la Fuerza Aérea”.

En el informe enviado al presidente Nixon tres días antes del golpe, se afirma que no había pruebas sobre un plan coordinado entre la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea. “Últimamente han estado hablando (...) de formas de construir la unidad interservicios con vistas a aumentar la influencia de los militares en el gobierno. Si los exaltados de la marina actúan creyendo que recibirán automáticamente el apoyo de los otros servicios, podrían encontrarse aislados”, se lee en el informe.

Sin embargo, sí había indicios de coordinaciones entre militares y civiles. Sobre este punto, el informe apunta que “oficiales de la marina podrían estar planeando acciones antigubernamentales conjuntas con militantes civiles contrarios al régimen. El ultraderechista Movimiento Patria y Libertad ha estado bloqueando carreteras y provocando enfrentamientos con la policía nacional, lo que se suma a la tensión causada por las continuas huelgas y los movimientos políticos de la oposición”.

El documento incluye información sobre los dichos de Salvador Allende previo al golpe, donde se señala que “el Presidente Allende (...) a principios de esta semana (...) dijo que creía que las fuerzas armadas pedirían su dimisión si no cambiaba su programa económico y político. Planteó la perspectiva de un ‘enfrentamiento armado’ entre sus seguidores y los militares. Allende dijo que sus partidarios no tienen armas suficientes para prevalecer en tal caso y que no serviría de nada intentar distribuir más armas ahora, ya que los militares no lo permitirían. Concluyó que la única solución es ‘política’”.

Sobre el mismo punto, se agrega que “Allende parece estar intentando convencer (...) de que la situación es grave y requiere un manejo prudente, y de que puede ser conveniente hacer algunos repliegues políticos tácticos. Está preocupado por las continuas presiones de la oposición contra él y, sobre todo, por las intenciones de los militares”.

Tres días después, el presidente Nixon recibió un nuevo informe diario elaborado por la CIA. El mismo 11 de septiembre, se le informa al mandatario estadounidense el inminente golpe de Estado que materializarían las fuerzas armadas.

Así, en el informe daba cuenta del creciente apoyo al golpe entre las fuerzas armadas.“En Chile, los planes de los oficiales de la marina para desencadenar una acción militar contra el gobierno de Allende (...) cuentan al parecer con el apoyo de algunas unidades clave del ejército y la policía nacional”. Y agrega que “aunque los oficiales militares están cada vez más decididos a restablecer el orden político y económico, es posible que aún carezcan de un plan coordinado eficaz que aproveche la oposición civil generalizada”.

El documento concluye señalando que “los socialistas, los extremistas de izquierda y los comunistas están igualmente decididos a no transigir. Apuestan por que los militares y la oposición política no puedan llevar a cabo maniobras para derrocar al gobierno o incluso para imponerle restricciones. El Presidente Allende, por su parte, todavía espera que la contemporización evite un enfrentamiento”.