Desde robo de órganos a una mujer que resucitó: Las anécdotas más extrañas de médicos en sus consultas
- Por Ana María Lizana
¿Qué pasó?
No todo en los hospitales es muerte o tragedia; también hay lugar para momentos que han impactado a los médicos o incluso, quedar como anécdota. Por ello, médicos contaron las anécdotas más curiosas en sus consultas.
Viralizadas por twitter, el usuario @farmaenfurecida, dio a conocer una historia que catalogó como "el mejor parte de urgencias de la historia", consigna LUN.
"Acude porque reloj inteligente suele marcarle una frecuencia cardiaca entre 60 y 72 ipm (imagen de perfusión miocárdica) y ahora le marca 00. Lo ha reiniciado dos veces y sigue marcando 00".
Sobre el estado de salud del paciente, recalca que "se encuentra bien y no presenta clínica. No se objetiva patología" y remata con un "se aconseja reparar reloj inteligente".
Certificado de defunción firmado
La médico broncopulmonar y subdirectora médica de Clínica RedSalud de Rancagua, Carolina Herrera, también tiene una historia que se debate entre la vida y la muerte.
Resulta que en un turno, un médico del servicio de urgencia la buscó para solicitar una cama para entubar a un paciente crítico y en su mano, un certificado de defunción a las 14:00 horas de ese día.
El documento que certificaba la muerte de esa persona "estaba firmado a las 14:10 y venía a pedirme cama para esa paciente para la UCI".
Y aunque pensaron que estaba muerta, no lo estaba. "Era hipotiroidea, era hipertensa y tomaba medicamentos que eran sedantes. El corazón le latía sumamente lento y cuando llegaron a verla, estaba tirada en el piso".
Posteriormente, fue llevada hasta urgencias, donde su nuera comenzó a frotarle los pies "pidiéndole perdón por todas las cosas que le había hecho en la vida y de pronto, la paciente respiró, revivió".
"Era una cosa de no creerla porque tenía un electrocardiograma plano, tenía todos los criterios para pensar que estaba muerta, pero no lo estaba. Solo le latía el corazón lento".
¿Robo de órganos?
Otra historia tiene que ver con secuestros y supuesta venta de órganos. Stefan Danilla, cirujano plástico y cofundador de la Clínica Aurea, tiene una anécdota con una paciente que se sometió a un procedimiento estético.
"En la recuperación estaba bajo los efectos de la anestesia. Le empezó a escribir al expololo por WhatsApp y por algún motivo la paciente perdió un poco el juicio de la realidad" y se le olvidó que estaba recién operada.
Con lo que se llama "reacción paradojal", la mujer le dijo a su expareja que "estaba secuestrada en una clínica y que le querían robar los órganos. Él acudió al lugar, dejó la escoba y cuando logró entrar, la mujer ya había olvidado todo".
Cuando lo vio entrar" le dijo '¿tú qué haces acá? ¿Me andas sicopateando?'. Lo terminó echando ella de la clínica y al otro día no se acordaba de nada".
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