"Los eventos están relacionados": Exdirector de Inteligencia vincula bomba en Las Condes con hombre condenado

¿Qué pasó?

El exdirector de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) de Chile, Gonzalo Yuseff, en conversación con MegaPlus, se refirió a la instalación de un artefacto explosivo en un edificio de Las Condes, y que fue encontrado la mañana de ayer jueves por trabajadores, originando un amplio operativo policial en la zona. 

Hechos recurrentes

Yuseff comenzó señalando que "nadie puede hablar de sorpresa, porque ya van 20 años que ha habido en Chile una colocación más o menos intensa de aparatos explosivos".

"Yo estuve entre el año 2010 y 2014 y ahí ya había una crisis de estallido de bombas y un juicio que venía desde hace mucho antes. Entonces, desde el año 2000 hasta el 2022, regularmente se han colocado bombas. Cada vez que explota una, pareciera que fuera la primera, pero no es así", aseguró. 

El exdirector prosiguió sosteniendo que entre los hitos más graves está cuando estalló una bomba en la estación de metro Escuela Militar, en 2014 "y cuando se atentó contra un exministro del Interior. Esos casos podríamos decir que son los más graves".

"El resto del tiempo hay una mayor y menor colocación de bombas y eso dice relación con la manera que tienen de actuar ciertos grupos que tienen orientación anarquista, que han tenido una continuidad en el tiempo", agregó. 

Concepto "terrorismo"

Al ser consultado si existe "un trauma con la palabra terrorismo", Gonzalo Yuseff respondió que "cuando se colocan bombas, nadie duda que son terroristas en los actos, no creo que sea un problema del nombre. El tema de terrorismo tuvo problema en cuanto al uso de la palabra con relación al conflicto mapuche, porque eran incendios. Pero respecto a la colocación de bombas no hay duda, es un acto terrorista". 

Posteriormente, aclaró que "no todos los anarquistas colocan bombas, sólo aquellos sujetos que son anarquistas insurreccionales, que creen en la insurrección como medio de acción política, que se radicalizan al máximo punto". 

En ese aspecto, precisó que se debe distinguir entre "anarquistas que se presentan a las elecciones, que son radicales en sus posturas, que a lo mejor están dispuestos a enfrentar a la policía a golpes en las calles, pero no van a poner bombas".

En el caso de Chile, explicó que "si hablamos de anarquistas, es porque, en la práctica, son los grupos que están detrás de esta colocación de bombas. Todas las reivindicaciones son anarquistas. En el medio oriente se hablaría de islamismo, porque son aquellos islamistas radicalizados los que ponen bombas. En Chile, eso no pasa". 

Penas de cárcel 

En cuanto a si la no existencia de penas más duras es una de las causas por las que los delitos parecieran no detenerse, sostuvo que "sin duda, la herramienta que tienen las sociedades en los estados de derecho para disuadir a las personas de que cometan delitos, es la amenaza de una pena".

"En la medida que esa amenaza de pena no es efectiva o parece ilusoria, habrá mayor estímulo por repetir esos delitos", añadió. 

"Eso ocurre mucho respecto del orden público. Él sale a enfrentar a Carabineros, sabe que no lo van a detener, y que si lo detienen, va a pasar por desórdenes", y el fiscal no podrá acreditar el delito. Si tú me hablas de sensación de seguridad, creo que está asociada con el orden público en un 99%", continuó.  

Condenado a 45 años

El exdirector de la INA afirmó que respecto a la colocación de bombas, "han habido condenas y todos han ido quedando presos. Y esta bomba fue posterior a una condena de 45 años por instalar bombas".

Esto último, con relación a la pena recibida por Camilo Gajardo, culpable de enviar artefactos explosivos y detonar una bomba en un paradero de Transantiago. 

Por lo mismo, se le preguntó si ambos casos podrían estar relacionados, a lo que respondió: "Yo lo diría al revés: ¿Es posible que el que fue a colocar esa bomba no supiera que habían dictado esa condena? Yo creo que no. Evidentemente, los eventos están relacionados. Es algo que no es propio del anarquismo. En el mundo, cuando estos grupos reciben golpes, lo que hacen es reaccionar". 

¿Sistema débil?

Posteriormente, se le preguntó si podemos estar tranquilos con nuestro sistema de inteligencia, o si actualmente tenemos un sistema débil.

"Yo creo que en ciertos ámbitos sí tenemos un buen trabajo de Inteligencia y que es suficiente. No podemos pretender que la Inteligencia solucione conflictos políticos", aclaró.

"La detección, la prevención de ataques, el que la autoridad sepa con qué enemigo se está enfrentando", sí son responsabilidad de la Inteligencia.

Eso sí, explicó que "cuando se trata de ataques de lobos solitarios, ni en Noruega pudieron prever un ataque 100 mil veces peor, ni en Estados Unidos"