Registro viral muestra al menos a una decena de personas en situación de calle durmiendo en el Metro

¿Qué pasó?

El día de ayer lunes se hizo viral un registro de una decena de personas en situación de calle durmiendo al interior de la estación Plaza de Armas del Metro de Santiago. Una realidad que no solo ocurre en las estaciones del tren subterráneo, sino que también en varias plazas o avenidas del país.

Personas durmiendo en el Metro

A raíz de esta situación, un equipo del matinal Mucho Gusto fue durante esta mañana a comprobar la situación, encontrándose con al menos 15 personas que se encontraban protegiéndose del frío en el pasillo de acceso de la estación de Metro del kilómetro cero de la capital.

Si bien en el video viralizado en redes sociales muchos indicaban que las personas que dormían en el lugar eran de origen extranjero, en realidad la mayoría de ellos son ciudadanos chilenos que han sido desplazados de otros sectores de la ciudad.

En las imágenes se puede ver cómo las personas que están en la estación Plaza de Armas se instalaron en el lugar con cartones y mantas que les permitan cobijarse de las bajas temperaturas de los meses de invierno.

Al conocer de esta situación, las autoridades y la seguridad del Metro les piden a estas personas que salgan del lugar, pero las condiciones climáticas hacen que vuelvan a ingresar o que simplemente se cambien de estación.

¿Código azul?

Precisamente, durante los meses de invierno, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia lleva desde el año 2018 implementando el denominado Código Azul, operativos en los cuales se traslada a las personas en situación de calle a diferentes albergues.

Con este plan los ciudadanos pueden alertan de la presencia de personas en situación de calles, para que así sean trasladados a estos centros, sin embargo, la decisión final es de quienes están pernoctando en espacios públicos.

De acuerdo a algunas organizaciones, uno de los problemas recurrentes es la negativa de las personas en situación de calle de trasladarse a diferentes albergues.

Además, varias de estas personas no solo viven en espacios públicos por necesidad, sino que muchos de ellos tienen enfermedades psicológicas que dificultan también el traslado a centros de acogidas.