"Es demasiada la angustia": madre sufre el robo de las cenizas de su hijo y teme que la profanen

  • Por Ana María Lizana

Una mujer de nacionalidad venezolana, identificada como Milagros Pellicer, sufrió el robo del ánfora que contenía las cenizas de su hijo, al interior de un bus con destino a Santiago el pasado domingo 5 de junio. 

El hijo de Milagros, Jhonathan, falleció el pasado 3 de agosto del 2020 en Santiago producto de un paro cardiaco. Por esto, lo cremaron y su madre se quedó con las cenizas.

¿Cómo ocurrió el robo?

Desde Castro tomó un bus que se dirigía a Santiago y llevaba consigo nada más que una mochila tipo cartera donde llevaba sus documentos, dinero y el ánfora con las cenizas de su hijo Jhonathan.

Estando en la capital, pretendía tomar un avión hacia Venezuela para poder entregarle las cenizas al padre de su hijo, ya que en la aerolínea lo único que le pidieron era la autorización de la cremación. "Se llevarían al mar, porque es costumbre de mi familia", dice Pellicer en conversación con LUN.

Pero, antes de llegar a Temuco, el bus hizo dos o tres paradas, donde se subió más gente, pero que aún tenía la mochila con ella.

"En el terminal la acomodé en la parte de arriba, para darles comodidad a las personas que iban a ocupar el puesto al lado mío", dice Milagros. Pero, una vez la puso en el portaequipaje, pasaron cinco minutos y ya se habían llevado la mochila.

"Se la habían llevado. La bajaron en el mismo terminal de Temuco y no me di cuenta. No sé si fue la persona que iba detrás de mí, porque no fueron muchas personas las que ahí se bajaron. Nadie vio nada", remarca.

"Es demasiada la angustia"

Tras el robo, un trabajador del terminal la ayudó, llamando inmediatamente a Carabineros. Ahí le tomaron al denuncia y le avisaron que Fiscalía la llamaría en caso de que encontraran sus documentos "porque el cofre solo tenía importancia sentimental para mí".

Al llegar a Santiago, sus hijas de 19 y 27 años la recibieron en su casa. Lamentablemente, debió cancelar el pasaje, pero su pasaporte no lo bloqueó, ya que "si lo anulo, tardaría casi un año en sacar otro".

Pero, su preocupación reside en el ánfora con las cenizas de Jhonathan: "Es demasiada la angustia de no saber qué pueden hacer con ella. A lo mejor quieren botarla, a lo mejor querrán destaparla, profanarla", lamenta.

Depende del ladrón

La doctora en filosofía Diana Aurenque, en entrevista con el mismo medio, señala que el robo de las cenizas, es similar a que hubiesen profanado su tumba.

"Esas cenizas, en su composición química, parecen igual que otras tantas, pero cuando hablamos de su dimensión simbólica, tiene un componente incomparable e inigualable. Hablamos de los restos de un hijo que, tras muerto, sigue siendo querido", dice.

Sobre la posibilidad de tener de vuelta el ánfora, asegura que todo dependerá del ladrón: "Va a depender de si reconoce que se trata de un ánfora, es decir, de una tumba en otro formato".

"También si considera que el cuerpo muerto es importante, de si es religioso. Depende de cuestiones prácticas: de si tiene el valor de devolverlo a costa de que sea descubierto en su delito o de que tenga tiempo de haer tal entrega", concluye.