"Tío Aceite" de La Serena decidió dejar de vender comida y se dedica a cuidar un estacionamiento: "Está todo caro"
- Por Javiera Rodríguez
¿Qué pasó?
Juan Alfaro, más conocido como "Tío Aceite", dejó los días en que vendía alimentos fritos en la esquina de Cienfuegos con Avenida Francisco, en la comuna de La Serena, región de Coquimbo.
La pandemia, la inflación y, sobre todo, el aumento del precio del principal insumo de su negocio, el aceite, lo habrían llevado a tomar la decisión de tomar otro rumbo y dedicarse a cuidar vehículos en un estacionamiento.
¿Quién es?
Llamado como "John" por sus cercanos, el serenense se hizo conocido a nivel nacional por un video de Youtube del 2010, que promocionaba su puesto de comida, donde se podía encontrar churrascos, chaparritas, empanadas de queso y sándwich de pescado.
"El pescado es fresco. Compro todos los días. No acumuló pescado añejo, todo fresco", dice Juan en el registro, donde aparece con un delantal celeste y un gorro.
"Tengo buena clientela, más los estudiantes, después del carrete", asegura.
Hoy, con 76 años de edad, recordó en la revista Bush Action: "Yo andaba pasado a aceite, a pescado y esas cuestiones. Es increíble ¿ah?".
"Está todo caro"
Parte de la fama que tenía también se debía a sus bajos precios, característica que es difícil mantener hoy en día.
"Se pasaron, está todo caro. Está muy difícil. Si yo seguía vendiendo no te podía vender barato porque el gas subió, el aceite subió. Y antes no, estaba a 500 pesos un litro de aceite, así que vendía barato. Ahora no", indicó, asegurando que cambiaba el aceite todos los días.
Esta situación afecta a muchos chilenos, ya que los precios han acumulado un sostenido aumento debido a la inflación, que se ha visto impulsada por la pandemia, los retiros de fondos y la guerra de Rusia y Ucrania, entre otros factores.
Justamente uno de los productos que se han resentido de manera más notoria es el aceite, debido a que Rusia y Ucrania son dos países clave en el suministro de girasol, y también del aceite de esta semilla.
La pandemia
Al igual que muchas personas que debieron cambiar de rubro durante las cuarentenas por el coronavirus, Juan Alfaro también se vio afectado por la pandemia.
Debido a las medidas de aislamiento, la situación sanitaria lo encerraron a él y los estudiantes que usualmente compraban sus productos. El toque de queda tampoco le permitía volver a vender a altas horas de la madrugada a quienes terminaban sus fiestas.
Al pasar los meses, y con el coronavirus más controlado, la vida nocturna se comenzó a reactivar. Pero decidió no continuar con su puesto de comida. Una de las razones fue que el vapor del aceite le dañó sus dos ojos, por lo que se debió operar.
"En las noches me levantaba, andaba de cabezazos en las murallas. Era un dolor...", contó.
Ahora trabaja en horas del día en un estacionamiento de vehículos, lo que le permite estar regreso en su casa a las siete de la tarde.
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