"No ayuda en nada": Testimonios de deudores morosos del CAE que rechazan la reprogramación de cuotas
- Por Rodrigo Miño
El lunes 11 noviembre el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, junto a los integrantes de la Comisión Mixta de Presupuestos sellaron acuerdo para el Proyecto de Ley de Presupuestos del Sector Público 2020, entre las cuales se destaca la reprogramación de cuotas de personas morosas por el Crédito con Aval del Estado (CAE).
Además, la medida enviada por el Gobierno condona los intereses penales sobre estas y rebaja sus intereses al 2% original.
De esta forma, el documento detalla que las cuotas beneficiadas deberán ser pagadas una vez finalizado el periodo de servicio original de la deuda, durante un periodo de meses similar al número de cuotas reprogramadas.
(Imagen referencial / Agencia Uno)
"No es ningún beneficio lo que entrega el Gobierno"
Sin embargo, la iniciativa presentada por el Ejecutivo no ha sido bien recibido por personas que se encuentran morosos producto de la deuda del CAE.
Una de ellas es una estudiante de derecho, quien accedió a entregar su testimonio para Meganoticias.cl bajo anonimato. Es por esta razón que para el tratamiento de este artículo periodístico hemos decidido nombrarla Marcela.
"El Gobierno lo que ha planteado ahora es una reprogramación de la deuda que en realidad yo creo que no va a beneficiar a nadie. Ningún persona, ningún compañero que tenga o haya tenido CAE le va a beneficiar en absoluto. Finalmente, no están dando soluciones concretas", señala.
Marcela comenzó a estudiar en 2014 en una universidad privada y para poder pagar la carrera solicitó el Crédito con Aval del Estado por cerca de $7 millones. Sin embargo, a la fecha la deuda ha ascendido a casi 17 millones de pesos.
Posteriormente, en 2018 quedó embarazada y eso le trajo más complicaciones con su casa de estudios: "Me demandaron en septiembre de este año porque no congelé y me tomaron como desertora de la carrera".
Ahora Marcela ha tenido que "vivir en el anonimato" evadiendo a los receptores judiciales y viendo los métodos para que la Justicia no conozca su situación familiar, para poder optar la prescripción, la única forma con la que podría solucionar su problema económico.
"Yo tengo que decirle a mis papás que no digan que vivo con ellos, a mis vecinos, al mundo entero, por si viene el receptor judicial a notificarme la demanda, porque la demanda está en el portal del Poder Judicial, y para poder prescribir no tengo que ser notificada. Entonces la prescripción en este caso sería lo único, lo más bonito del Gobierno sería la condonación, pero es algo sumamente egoísta que no lo van a hacer. No nos van a dar ese beneficio, a ninguno de nosotros", sostiene.
Respecto al anuncio del Gobierno, la estudiante comenta que la medida "no tiene ningún beneficio por ningún lado, si lo único que hacen es perjudicarte, es cortarte las alas para optar a algún tipo de crédito. Más encima uno se mancha financieramente, porque uno ilusamente cree que va a dar resultado finalmente, que son beneficios que de ayuda no tienen nada".
"Piñera con este tipo de reprogramación no ayuda en nada, no beneficia en nada a ninguno de nosotros que tenga CAE. Todo lo contrario, hay que estudiarlo bien, porque estoy segura que viene con la letra chica que después a la larga, va a ser un problema quizás incluso más grave de lo que pueda ser hoy en día", agrega.
(Imagen referencial / Agencia Uno)
"Las medidas son insuficientes"
Otro estudiante que quiso dar su testimonio bajo anonimato es a quien hemos denominado Benjamín, un joven que en 2005 se matriculó en ciencias criminalísticas en una universidad del Estado y donde estudió por cuatro años. Sin embargo, su sorpresa se vio cuando descubrió que la carrera no cuenta con campo laboral.
"Perdí todos los años de sacrificio y de recursos que tenía", sostiene. "Para poder seguir estudiando tuve que endeudarme con el CAE (17 millones aproximadamente). Sabía perfectamente que estaba vendiendo el alma al diablo, pero aún así necesitaba esa ayuda", afirma.
"El 2010 me matriculé a diseño industrial en un instituto profesional, donde aparte de ser costosa la carrera, tenía que comprar materiales cada año llegando a gastar más de un millón de pesos. Era imposible sumar a eso el arancel", menciona.
Pero Benjamín dice que su problema se intensificó cuando le comenzaron a cobrar el CAE "el mismo año que salí, siendo que aún no tenía trabajo ni ingresos". "Me pasaron a Dicom y me demandaron por no pagar. No me contrataron en ninguna parte, y así también se me cerraron las posibilidades de poder acceder a algún crédito bancario o sacar alguna cuenta corriente para poder emprender", continúa.
Actualmente este joven debe trabajar freelance sin ejercer su carrera, sin embargo, dice que el dinero que consigue no le alcanza ni siquiera para renegociar la deuda y para que lo quiten del registro de morosos.
"Creo que las medidas del presidente con respecto al CAE son totalmente insuficientes, la gente no paga por no quiere sino porque no puede. La educación en Chile debería ser un derecho y no un privilegio de algunos pocos. Hoy siento que fui vendido a la banca para sacar jugosos beneficios de mí. Es triste sentirse bajo un Estado que desampara totalmente al estudiante y un sistema que te hunde", finaliza.
(Imagen referencial / Agencia Uno)
¿Qué es la prescripción?
Juan Pablo Rojas, dirigente de Deuda Educativa, explica que la "prescripción hoy en día resulta ser la única salida existe para que quien se encuentra demandado y moroso por su deuda, pueda liberarse del peso de tener este crédito bancario".
En esa línea, explica que "esto debido a que lamentablemente por seis años el Gobierno no ha querido hablar sobre condonación, hemos buscado distintas artimañas judiciales para poder burlar al banco, burlar el cobro del crédito".
De hecho, mediante este proceso, a la fecha 58 personas se han liberado de esta situación. "La prescripción funciona cuando el banco llena los pagarés. Cuando demanda al deudor, el banco tiene el plazo de un año para notificar esa demanda judicial, sino lo hace, los pagarés se encuentran prescritos y eso se debe alegar".
Además explica que "la prescripción es la extinción de derecho de obligaciones, en este caso, es la extinción del derecho del banco a cobrar la deuda y además la extinción de la obligación a pagarla. Por lo tanto, lo que nosotros hacemos con la sentencia de prescripción es liberar al deudor, lo llevamos al Administrador de Mercado Financiero (AMF) y con eso ellos tienen 30 días para poder sacar los registros comerciales, no solo de Dicom, sino que también del boletín comercial y de su mismo registro, a los deudores para que de esa manera puedan volver a la vida financiera".
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