¿40 ó 41 horas semanales?: Paralelo de los proyectos de Camila Vallejo y el Gobierno

  • Por Oliver Rodríguez

El tema de la reducción de la jornada laboral se ha tomado la agenda durante las últimas semanas, enfrentando al Gobierno con la oposición. A modo de resumen, todo ha sido simplificado a lo siguiente: ¿41 horas de trabajo semanal en promedio o 40 horas laborales como máximo en ese mismo período de días?

Se trata de un enfrentamiento de los proyectos de ley ingresados por el Ejecutivo (41 horas) y la diputada del Partido Comunista Camila Vallejo (40 horas).

Flexibilidad

Inicialmente, la iniciativa legal ingresada por el Gobierno no contemplaba una reducción de la jornada laboral para los trabajadores, manteniendo el máximo de 45 horas semanales. No obstante, ante el respaldo ciudadano que encontró el proyecto de la diputada Vallejo, desde La Moneda anunciaron una reducción hasta 41 horas semanales en promedio. 

La palabra clave es "promedio", pues una de las ideas centrales del proyecto defendido latamente por el Presidente Sebastián Piñera es la flexibilidad laboral, que consiste en que los trabajadores puedan negociar con los empleadores la distribución de sus horas de trabajo, pudiendo pactarse cuatro días de trabajo y tres de descanso.

Lo anterior ha sido blanco de críticas que señalan que dicha negociación no es horizontal e iría en desmedro de la parte más débil, es decir, el trabajador. Algo que ha sido rechazado por el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, señalando que en todos los países desarrollados una reducción de la jornada laboral va de la mano con la flexibilidad.

Rigidez

Por su parte, el proyecto ingresado por la parlamentaria del PC plantea una reducción a 40 horas semanales, distribuidas en cinco jornadas de ocho horas cada una, o seis de seis horas y 40 minutos. Al mismo tiempo, la hora de colación se contemplaría dentro de estas horas. 

Lo anterior ha ido catalogado como inconstitucional tanto por Piñera como por representantes del oficialismo, aduciendo que el proyecto en sí generaría gasto público. Algo que no está en las atribuciones de un parlamentario. Este punto, eso sí, no está demostrado, por lo que eventualmente podría pronunciarse el Tribunal Constitucional al respecto. 

Efectos

Respecto a los efectos que una u otra iniciativa traería consigo, desde la oposición señalan que el proyecto del Gobierno precarizaría la calidad del trabajo en Chile, ya que podría dar paso a la sobrecarga al no haber un límite claro en la cantidad de horas que se trabajarán por semana. 

Así, según las proyecciónes de Vallejo, con su proyecto se podrían crear entre 200 y 300 mil empleos, mientras que su entrada en vigencia sería inmediata, salvo para las Pymes, a las que se les otorgaría un plazo de tres a cuatro años para su implementación. 

Desde el Gobierno, en tanto, señalan todo lo contrario: que el proyecto de Vallejo destruiría cerca de 300 mil empleos, mientras que el del oficialismo crearía 350 mil nuevas plazas de trabajo, según sus proyecciones. Respecto a su aplicación, esta también sería de forma gradual. 

Etapa legislativa

El proyecto que propone 41 horas semanales en promedio se encuentra en su primer trámite legislativo en el Senado, aunque con suma urgencia por parte del Gobierno

El de Vallejo, en tanto, también se encuentra en su primer trámite constitucional. No obstante, la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó la idea de legislar sobre la materia, por lo que ahora comienza la discusión en particular de su contenido.