Ubican a Santiago como una de las ciudades más expuestas a desastres naturales en el mundo

  • Por Pablo Torres

¿Qué pasó?

El chileno debe enfrentarse, año a año, a una naturaleza que le pone por delante grandes desafíos, ante los desastres naturales que cada vez se hacen más normales en el territorio nacional. Pero si había una duda de que el país estaba por sobre la media en aquel aspecto, ahora no hay cómo negarlo.

Santiago quedó enlistada dentro de las ciudades del mundo con al menos 500 mil habitantes que presentan un alto riesgo de sufrir un desastre de origen natural, según estimaciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de Naciones Unidas.

La ONU consideró que 679 de 1.146 ciudades analizadas son vulnerables a terremotos, inundaciones, ciclones, sequías, erupciones volcánicas y deslizamientos de tierra. En el informe, la capital chilena destacó con el mayor número de estos eventos, junto a Tokio, Manila y Ciudad de Guatemala.

MIRA TAMBIÉN: Los daños que puede provocar mirar sin lentes especiales el eclipse solar

En el listado, Santiago incluso aparece por sobre Lima, Los Ángeles, Buenos Aires, Nueva York, entre otras, que poseen más habitantes pero menos riesgo.

Ante este escenario, el director del nuevo Instituto para la Resiliencia ante Desastres (Itrend), Felipe Machado, asegura que es clave articular y coordinar las capacidades y esfuerzos del país en investigación, desarrollo e innovación para tener ciudades más resilientes, considerando los distintos fenómenos que hay en Chile.

"Una ciudad resiliente es capaz de anticipar y absorber el impacto de las amenazas a las que está expuesta, de proteger y preservar la vida de sus habitantes y de limitar los daños y la destrucción, al mismo tiempo que continúa proporcionando infraestructura y servicios esenciales después de un evento extremo”, dijo Machado.

La estimación de Naciones Unidas establece que las zonas urbanas expuestas a eventos de origen natural, se concentra un 55 y hasta un 80 por ciento de la población y producción económica mundial, respectivamente. Para el organismo, esto aumenta el riesgo de pérdidas humanas y económicas en caso de una catástrofe.

Machado agrega que “en el caso de Santiago, estamos expuestos principalmente a la actividad sísmica, a los aluviones, a los incendios, pero también lo estamos a los eventos climáticos extremos y a los volcanes. En este sentido, la expansión de las ciudades de las últimas décadas ha implicado la urbanización de fallas y quebradas, lo cual expone la población santiaguina a pérdidas y daños, tanto de vidas humanas como impacto económico, que pueden afectar de forma significativa el desarrollo de la capital”.