Sesenta emprendedores de pueblos originarios exhiben en la Feria Indígena más grande de Chile

  • Por Cristian Reyes

A pocos días de la Navidad, el Parque Los Dominicos recibirá a microempresarios indígenas desde la Cuarta a la Sexta Región con sus iniciativas de negocio, que se convertirán en una oportunidad para regalar algo distinto y con un sentido cultural para estas fiestas.

La CONADI, a través de su Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago, quiere replicar las exitosas experiencias de anteriores versiones, poniendo énfasis en la calidad de los productos expuestos de estos emprendedores que utilizan las técnicas y saberes ancestrales como base de su trabajo.

Tejidos tradicionales con telares y fibras naturales; orfebrería; cestería; instrumentos musicales; manualidades; medicina ancestral; prendas con iconografía indígena; productos de apoyo para la educación intercultural; productos elaborados con materias primas indígenas, es parte de la gran oferta que tiene esta feria.

Junto a estos emprendimientos, entre las 11 y las 18 horas, se ofrecerá una variada y atractiva programación cultural, donde se presentarán músicos y artistas de pertinencia indígena, además de talleres que rescatan las costumbres de los pueblos originarios.

 

Canto lírico, hip hop mapuche, música experimental étnica, bandas de bronces, narradores y cuenta cuentos, danzas Rapa Nui y música tradicional mapuche, son parte de esta parrilla para toda la familia.

El Jefe de la Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago, Javier López Huentemil, explica que esta iniciativa se enmarca en el plan del gobierno para la promoción de una serie de medidas que buscan la plena inclusión de los pueblos originarios, respetando su cultura, cosmovisión y a sus comunidades sin discriminación alguna y reconociendo su aporte al país.

“Tenemos la convicción de que la igualdad de oportunidades para el desarrollo de las familias indígenas serán agentes de cambio para un mejor futuro, por lo que una de nuestras principales líneas de trabajo consiste en implementar subsidios que fomenten la producción, acceso a mercados y cadenas de valor”, dijo

Cerro exponiendo que "es un espacio, más que para comerciar, para relacionarse con el resto de la comunidad, conversar, convivir, intercambiar ideas entre los mismos pueblos invitados y mostrar la riqueza de su cultura”.