Hombre inocente estuvo ocho meses detenido por buscar leche para salvar la vida de su mascota

  • Por Rodrigo Miño

Historias de amor y relación entre una persona y sus mascota hay por montones. Sin embargo, la de Pablo Latorre Herlansen, de 39 años, es una para no creer, luego que el sujeto estuviese ocho meses en prisión, sólo por haber buscado leche para salvarle la vida a su perro siendo totalmente inocente de los cargos que se le imputaron.

Todo comenzó cuando encontró en su casa de El Pedregal Bajo, en la ciudad de Arica, al pequeño Lupy envenedado.

"Salí en búsqueda de una leche para salvar la vida a mi perrito, que es como mi hijo, lo tengo desde que nació. Entré a un local y me negaron la leche. Luego crucé a otro y me facilitaron una caja de leche, salgo del almacén y estaba la policía y me llevaron detenido, según ellos por un delito de amenazas", sostuvo a La Estrella de Arica.

Posteriormente, al momento de la formalización fue cuando se enteró que lo estaban acusando por el delito de robo con intimidación, "por haber atacado a una persona con un cuchillo para robarse la leche", consigna al medio.

"Ese día la jueza me dejó en libertad, pero la Corte de Apelaciones revocó esa cautelar. Me negaron mi libertad y desde ese día estuve ocho meses preso por un delito que no cometí. Desde un comienzo dije que ese cuchillo no era mío, que le tomaran muestras. Existía un prejuicio contra mi obviamente, porque tengo antecedentes", agregó Latorre.

Dentro de la Cárcel de Acha, el dueño de Lupy lloraba pensando que su mascota ya había muerto por el envenenamiento, y más aún cuando se enteró del fallecimiento de su madre. "No pude ir al funeral porque no me dieron permiso", señaló.

El día del juicio, el sujeto pensó que nunca más iba a recuperar su libertar. Sin embargo, esto se revirtió gracias al testimonio clave de una persona: "El caballero que me atendió al frente del almacén de la persona que me acusó entró al Tribunal y prometió decir la verdad y declaró ante todos que yo no había robado nada; señaló que fui a su almacén y le pedí la leche y me la dio. Fue un milagro de Dios, su declaración me ayudó a salir de la cárcel".

Una vez en libertad, Latorre fue al lugar donde lo detuvieron, para ver si encontraba a Lupy, pero sin tener éxito.

"Empecé a llorar por mi perrito y llegó al lugar una joven y me dice que mi perro está vivo y que está en su casa. Le pregunté ¿cómo te hiciste cargo de mi mascota? y ella me respondió: 'el animal estuvo sentado los ocho meses que estuviste preso en el mismo lugar donde te detuvieron, te quedó esperando'", comentó.

En ese instante se dirigió rápidamente al domicilio de la joven, donde el esperando reencuentro se dio: "Lo tomé entre mis brazos y me lo llevé , lo bañé, le corté el pelo y durmió cerca de una semana. Ahora está cuidando la casa y no nos vamos a separar".