Prisión preventiva para implicados en robo a miembros de comitiva presidencial en Lampa

  • Por Eric Ulloa

En prisión preventiva quedaron dos de los implicados en el robo que afectó a la avanzada de la comitiva presidencial en Lampa, a quienes sustrajeron un bolso con armas de fuego que dejaron en la camioneta que se desplazaban cuando bajaron a comprar un café.

Se trata de Felipe Arancibia Urquieta, uno de los autores materiales del robo, y de Sebastián Olguín Gajardo, quien reconoció haber comprado las armas para luego revenderlas.

La persecutora Nancy González formalizó a Arancibia por cinco delitos: robo en bienes nacionales de uso público; robo de especies tras quebrar el vidrio trasero de la camioneta; porte y venta de armas de fuego; y receptación de placa patente y uso de placa patente en un vehículo diferente, puesto que se desplaza en un auto cuyas patentes habían sido robadas a otro automóvil.

Olguín, en tanto, fue imputado por la Fiscalía Centro Norte por los delitos de porte y receptación de las armas, las que compró a $1 millón y revendió a un tercero en $1,2 millones.

Tras el hecho, un capitán y tres suboficiales de Carabineros fueron removidos de sus cargos como escoltas.

Antecedentes

Según la investigación de la fiscal González -que desarrolló de manera conjunta con funcionarios de la PDI y Carabineros-, el robo del 2 de septiembre pasado comenzó a gestarse cuando Arancibia ingresó a las 05:50 horas junto a otro sujeto a la bencinera Copec, ubicada en el km 27 ruta 5 Norte, comuna de Lampa.

Ambos se desplazaban en un automóvil Mazda blanco, cuyas placas patente correspondían a las matrículas de otro automóvil, las que fueron robadas en Las Condes en junio.

Fue en ese momento que vieron ingresar una camioneta roja y se estacionaron a un costado. Al descender vieron que sus ocupantes habían dejado unas mochilas, las que sustrajeron luego de quebrar uno de los vidrios.

Al interior de las mochilas encontraron dos pistolas marca Glock, un cargador con municiones, dos equipos radiales, baterías portátiles, tarjetas de identificación personal, $100 mil y US$ 200.

Arancibia y su acompañante se repartieron el dinero y vendieron al día siguiente las armas a Sebastián Olguín, quien pagó por ellas $1 millón.