"Bebé milagroso": La historia del lactante que nació en medio del huracán Milton en Florida

¿Qué pasó?

El huracán Milton causó estragos la semana pasada en Florida, Estados Unidos, dejando varios muertos y cuantiosos daños. El fenómeno provocó que muchas familias tuvieran que abandonar sus casas o ponerse a resguardo para evitar una mayor emergencia y allí precisamente destacó el particular caso de unos jóvenes padres que tuvieron a su hijo en medio de la emergencia.

El particular caso de una joven que dio a luz durante el huracán

Se trata de Kenzie Lewellen, de 22 años, y Dewey Bennett, de 24, que viven en Port Charlotte y que pasaron por una especial situación, ya que mientras estaban preocupados de sobrevivir, también tenían la mente puesta en el nacimiento de su hijo.

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Fue en la madrugada del miércoles 9 de octubre cuando el huracán Milton ya amenazaba Florida, momento en que Kenzie comenzó el trabajo de parto en su propio domicilio.

Según Infobae, la joven indicó que todavía faltaba una semana para que naciera su bebé, pero que el riesgo aumentaba, considerando las contracciones y los problemas que había en las calles.

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"Estábamos llamando al hospital, tratando de ver si podíamos registrarnos antes de que comenzara la tormenta, pero nos dijeron que no podían aceptar a nadie durante un huracán", sostuvo la joven en una entrevista.

Por otra parte, su pareja mencionó que "si (Kenzie) no comenzaba a tener síntomas hasta que la tormenta estuviera en su punto máximo, las carreteras estarían inundadas y tendríamos un gran problema para llegar al hospital".

El tortuoso camino al hospital y el nacimiento del bebé

Luego de cuatro horas de parto en su vivienda, recién ahí pudieron emprender rumbo al hospital, todo esto en medio de calles inundadas y el fuerte viento que corría en ese instante.

Finalmente, luego de algunas complicaciones, a las 23:45 horas nació Dewey Lester Bennett IV, quien pesó alrededor de 4 kilos, transformándose así en el "bebé milagroso", apodo que le dio su madre.

Una vez que sostuvo a su hijo por primera vez, Kenzie expresó que "es la sensación más indescriptible", mientras que su pareja dijo que "mis mejillas duelen porque no he dejado de sonreír. Fue increíble".

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