Identidad robada a una bebé y dinero en un congelador: Espías rusos se hacían pasar por argentinos y ni sus hijos sabían
- Por Nicolás Díaz
Dicen que la realidad siempre supera a la ficción y así lo demuestra la "vida de película" que llevaban los ciudadanos argentinos María Rosa Mayer Muños y Ludwig Gisch hasta su detención en Eslovenia el año 2022.
Espías rusos se hacían pasar por argentinos
María y Ludwig se mudaron con sus dos hijos desde Argentina a Eslovenia en el año 2017. Allí, la mujer gestionaba una galería de arte supuestamente rentable y su marido estaba a cargo de una startup que solo tenía tres seguidores en X (Twitter).
LO ÚLTIMOSin embargo, sus verdaderas identidades quedaron al descubierto el año 2022, cuando la policía secreta irrumpió en su casa en Liubliana, capital de Eslovenia, y los detuvo tras identificarlos como los agentes encubiertos rusos Artyom Dultsev y Anna Dultseva.
Hasta ese entonces, Anna sostenía que era una ciudadana argentina que había ingresado al país trasandino en 2012 desde México, asegurando que era nacida en Grecia. En realidad, le había robado la identidad a una bebé que había muerto en un pueblo griego hace más de 30 años.
Por su parte, Artyom llegó un mes antes que su mujer a Argentina y decía ser un ciudadano austriaco de madre argentina que había nacido en Namibia. Establecidos en Buenos Aires iniciaron rápidamente la recolección de documentos, muchos de ellos falsos, que les permitieran acceder a la nacionalidad argentina.
En 2013 y 2015 la pareja tuvo a sus hijos Sophie y Daniel, respectivamente, y se casaron en un matrimonio civil ese mismo 2015. El año 2017 vaciaron sus cuentas bancarias argentinas y se fueron a Eslovenia, según ellos, tras haber sido "víctimas de un asalto" en el país vecino.
De acuerdo a La Nación, cuando se les detuvo, la policía encontró en sus computadores un hardware para comunicarse de forma segura con Moscú, el cual estaba tan bien encriptado que ni los técnicos eslovenos ni estadounidenses pudieron descifrarlo. Además, se encontraron miles de euros escondidos en el compartimiento secreto de un congelador.
Recibidos con flores por Vladimir Putin
Los Dultsev fueron condenados a un año y medio de prisión por "espionaje a un Estado miembro de la Unión Europea y de la OTAN", además de "falsificación de documentos". Sus hijos fueron llevados a hogares de acogida y continuaron asistiendo a la escuela sin saber la verdadera identidad de sus padres.
Según reporta El Mundo, todo cambió el pasado 1 de agosto, cuando los Dultsev fueron liberados en el intercambio de prisioneros más grande entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría. Poco antes de aterrizar en Moscú, los espías le dieron la noticia a sus retoños: "Hijo, papá y mamá no somos argentinos, somos rusos".
El desenlace, digno de una película de espías, se dio con Anna bajando emocionada del avión al ver que Vladimir Putin la esperaba con un ramo de flores. La mujer lo abrazó para agradecerle la prioridad que le había dado en el canje de prisioneros. "Buenas noches", les dijo en español el mandatario a los niños que no saben ni una palabra de ruso.
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