Presidente de Ecuador dice estar abierto a resolver diferencias con México pero aclara que "la justicia no se negocia"
- Por Julieta Garagay | AFP
¿Qué pasó?
El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, dijo este lunes que está dispuesto a “resolver cualquier diferencia” con México.
Sin embargo, también advirtió que “la justicia no se negocia”, en referencia a la detención del exvicepresidente Jorge Glas, asilado por el gobierno mexicano.
LO ÚLTIMO"La justicia no se negocia"
"Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos", escribió el mandatario ecuatoriano en un comunicado difundido en su cuenta de X.
El gobernante defendió su decisión de irrumpir el viernes por la noche en la legación mexicana, argumentando que no podía correr "el riesgo de una inminente fuga".
"No podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves", expresó Noboa.
Asilo de exvicepresidente ecuatoriano condenado por corrupción
México rompió sus canales diplomáticos con Ecuador el sábado después del asalto policial a su embajada en Quito para detener a Glas, quien se encontraba en la legación en calidad de refugiado desde diciembre.
Quito sostiene que el asilo concedido por parte de México a Glas, de 54 años, es “ilícito”, pues es investigado por un delito común (peculado por obras de reconstrucción). En 2022 el exvicepresidente salió de la cárcel tras cumplir cinco de los años a los que fue condenado por corrupción.
La abogada de Glas, Sonia Vera, dijo a la AFP que su defendido fue “secuestrado” durante el asalto a la legación y que espera que se "restablezca la condición de asilado diplomático" al exfuncionario del exgobernante socialista Rafael Correa (2007-2017).
La crisis entre ambos países escaló el jueves, cuando Quito expulsó a la embajadora mexicana, Raquel Serur, tras los dichos de López Obrador. México cerró indefinidamente sus oficinas diplomáticas en Ecuador, mientras que Quito retiró a sus funcionarios de la embajada en Ciudad de México, pero mantiene abiertos sus dos consulados.
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