"Doy gracias a Dios": Trabajador de Puente en Baltimore cambió su turno y se salvó de tragedia

Una increíble hazaña protagonizó Moisés Díaz, trabajador de la empresa de mantenimiento de puentes Brawner Builders, y quien se salvó de la tragedia del puente de Baltimore, en Estados Unidos, debido a un cambio de turno.

La madrugada del pasado martes 26 de marzo, el buque portacontenedores "Dali" impactó contra uno de los pilares del Puente Francis Scott Key, provocando su colapso inmediato y la caída de vehículos y personas al agua.

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Tras el derrumbe del puente, ocho trabajadores cayeron a las aguas del río Patapsco. Dos de ellos fueron rescatados con vida minutos después del colapso, mientras que los otros seis obreros latinoamericanos fueron declarados muertos por las autoridades.

 

Colisión puente en Baltimore (AFP)

 

"Doy gracias a dios"

Moíses Díaz se encuentra de luto debido al fallecimiento de sus colegas, pero a la vez agradece la segunda oportunidad que le dio la vida.

"Si no hubiera pedido el cambio, habría estado en el agua ahora mismo", reconoció a New York Post. "Es trágico. Realmente aprecio no haber estado en el puente. Doy gracias a Dios", sinceró. 

 

Moisés Díaz, trabajador que se salvó de la tragedia de Baltimore (New York Post)

 

Según contó Díaz, "cuando me enteré —de la tragedia—, recibí una notificación. Recordé: 'Oh, mis compañeros de trabajo están trabajando en ese puente'. ¿Qué pasó con ellos?'". 

El pasado miércoles, los buzos encontraron los cuerpos de dos trabajadores, quienes fueron identificados como el mexicano Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años, y el guatemalteco Dorlian Ronial Castillo Cabrera, de 26 años.

"Eran buenas personas", reconoció Díaz, para luego acotar que "todos somos básicamente una familia. Trabajamos turnos de 8 a 10 horas y estamos todos cerca unos de otros".

El coronel Roland Bulter, superintendente de la policía del estado de Maryland, declaró que los cuerpos de los dos trabajadores fallecidos estaban en el interior de "una camioneta roja sumergida a aproximadamente 25 pies", a unos 7,5 metros de profundidad.

Actualmente, los restos de los trabajadores restantes continúan sin ser localizados. Al respecto, Díaz confesó que "todas las familias esperan que al menos encuentren sus cuerpos. Eran buenos ciudadanos. Eran buenos trabajadores, trabajadores. Eran buenos miembros de familia, esposos y padres".