Hombre sobrevivió después de dispararse accidentalmente con una pistola de clavos en el cerebro
- Por Josefina Muñiz
En una revista médica de Malasia se reveló un extraño caso de un hombre de 30 años, cuyo nombre no se reveló, que se disparó a sí mismo por accidente con una pistola de clavos en la cabeza.
El sujeto trabajaba en una obra de construcción. En una de sus jornadas laborales su pistola de clavos se atascó, por lo que la dio vuelta hacia su rostro para revisarla, fue en ese momento es que se descargó por error un clavo de 3 centímetros, dando cerca de uno de sus ojos.
Durante el accidente, el afectado no llevaba gafas de seguridad, provocando que el clavo penetrara el sector frontal de su cerebro, a solo centímetros de su globo ocular izquierdo.
El clavo llegó hasta su lóbulo frontal
Fue trasladado de emergencia al hospital Sultanah Bahiyah de la ciudad de Alor Setar, con el ojo hinchado y sangrando. Los médicos al tomarle radiografías a su cráneo comprobaron que el clavo había embestido el lóbulo frontal del cerebro, área crucial del órgano encargada de las funciones motoras y cognitivas.
Esto habría provocado una hemorragia interna en su cerebro. Sin embargo, se comprobó que la herida no había logrado afectar nervios y arterias vitales dentro del cerebro.
Los médicos realizaron una cirugía exitosa donde removieron el clavo en una sola pieza. Después de extraer el tejido dañado en el accidente, curaron su parpado y cosieron la herida. En la revista se señala que el hombre, después de una semana de su procedimiento, no podía cerrar el ojo izquierdo ni ver luz por allí.
Sin embargo, los especialistas involucrados en el caso no supieron más del hombre, ya que después de un tiempo este regreso a su país de origen, el cual no se nombra en el artículo médico.
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