El día en que el niño prodigio chino arremetió contra sus padres: "Me impusieron su sueño"

Cuando apenas tenía 10 años, Zhang Xinyang se adjudicó el apodo mundial de "niño prodigio", pues a esa edad ya estaba cursando estudios superiores y, por si fuera poco, a los 13 ya era un alumno de posgrado.

Con ese nivel de intelecto desarrollado tan temprano en su vida, seguramente muchos pensaron que el joven chino tendría un futuro prometedor, triunfando como una de las grandes mentes de su país.

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No obstante, la situación actual es muy diferente a las expectativas que se tenían de él. Hoy tiene 28 años, no tiene trabajo a tiempo completo, vive con sus padres y depende económicamente de ellos.

Mucha es la influencia de sus propios progenitores en lo que está convertido en la actualidad. En su momento, su papá también fue considerado un "prodigio", así que la presión que ejercieron en su hijo para que sea exitoso terminó por pasarle la cuenta.

La frustración del niño prodigio contra sus padres

Xinyang no tenía 18 años cuando ya era estudiante del doctorado de Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Beihang, una de las más prestigiosas del país asiático.

Fue en 2011, cuando tenía recién 16 años, que se convirtió en el estudiante más joven en cursar dicho doctorado, teniendo ya un título universitario en su curriculum académico.

A inicios de la década pasada surgieron los primeros roces con sus padres. Según señala South China Morning Post, les exigió que le compraran un departamento que, en ese entonces, tenía un precio de 275.000 dólares (en pesos chilenos equivale a más $242 millones, de acuerdo al cambio actual).

"Si no tuviera mi propia casa aquí, sería como esos vagabundos. Si soy como ellos, ¿por qué mis padres quieren que obtenga un doctorado?", señaló aquel niño en una entrevista con un canal de televisión estatal de China.

En tal conversación agregó que era responsabilidad paterna el "proporcionarle un buen entorno de vida. Esperan que me quede, deberían esforzarse más por eso".

Hijo de otro prodigio

Publicaciones de la prensa de China, de acuerdo a lo que reporta La Nación, consigna que Zhang es hijo de un hombre que, en su minuto, también fue considerado como un prodigio por su impresionante intelecto.

Se supone que recibió ofertas de reconocidas universidades que querían tenerlo en sus aulas, pero su familia no tenía los recursos para costear sus estudios.

Para que no ocurriera lo mismo con su hijo, ejercieron una presión exitista sobre él, esperando que tuviera un presente mejor que el que atravesó su progenitor, lo que no resultó tan bien como se pretendía.

"Es un buen talento. Sus padres estaban obsesionados con cultivar un prodigio y, finalmente, Zhang compensó su proceso de crecimiento perdido de otra manera", comentó un usuario de Weibo, red social china.

"Me deben esto"

En 2019, Xinyang terminó todos sus estudios de posgrado. Después de ello se desempeñó como profesor universitario, actividad laboral en la que apenas duró dos años.

El departamento que exigió a sus padres que le comprasen, finalmente fue "adquirido". Sin embargo, con el tiempo se supo que, en realidad, lo habían arrendado, mintiéndole bajo el temor de que pudiera abandonar sus estudios.

"Me deben esto. El departamento que nunca me compraron debería valer ahora más de 1,4 millones de dólares (más de 1,2 mil millones de pesos chilenos)", expresó el joven de 28 años a un medio chino.

"Mis padres me dieron a luz y me impusieron su sueño, con esperanza de que lograra lo que ellos querían en el pasado. Plantaron su vida para mí, tratando de hacerme pensar que lo que me estaban llevando a hacer era lo que yo quería", arremetió el hombre que un día fue presentado al mundo como niño prodigio.

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