Familia de Messi visitó a la "Sanadora de Rosario": La historia de la mujer que afirma sanar a personas con sus manos

¿Qué pasó?

En Argentina está creciendo el furor por la denominada "Sanadora de Rosario". Una mujer que afirma poder sanar a las personas a través de sus oraciones y sus manos.

Este personaje ya fue respaldado por la Iglesia Católica e incluso la familia del futbolista Lionel Messi fue a recibir su bendición.

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¿Quién es la Sanadora de Rosario?

Su nombre es Leda Bergozi, tiene 44 años y cinco hijos. Hace 8 años dijo haber recibido una revelación del Espíritu Santo, comenzando con estas sanaciones masivas. Sin embargo, el máximo furor comenzó hace sólo pocos días, después de haber atendido a la propia familia del ídolo del fútbol, Lionel Messi. Su madre y su hermano la fueron a ver para recibir una bendición.

Con sus palabras, bendiciones y hasta canciones, esta mujer se ha transformado en un verdadero fenómeno religioso.

A su gran viralización se suma también el respaldo que le entregó la Iglesia Católica a estas sanciones.

“Es una persona donde Dios ha puesto su mirada (?)  Si una persona es agraciada con un don de DIOS, es para el bien de la comunidad", indicó el párroco de Rosario, Daniel Siñeriz.

Convoca a miles de personas

La llamada "Sanadora de Rosario" atrae a miles de fieles en cada una de sus ceremonias semanales. A través de presuntas lenguas espirituales y, sobre todo con sus manos, muchos dicen, ha logrado curar a diversas personas con algún tipo de dolor o enfermedad.

 

Si antes recibía a decenas de personas, ahora son miles las que acuden a sus ceremonias. La última, esta semana, congregó a 10 mil fieles. Por eso si en un momento hacía sus misas en la Catedral de Rosario, ahora las tiene que hacer en una explanada rural que permite mayor aforo.

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Sin embargo, pese a que las curaciones las hace sin cobrar dinero, algunos cuestionan sus métodos, teniendo en cuenta que no existe un respaldo científico de su trabajo. Por eso, ella misma pide que la gente que acude con dolencias físicas siga con sus tratamientos, pero que se abran a la opción de recibir a Dios