Solo 18 metros cuadrados: Así son las "microcasas" para personas sin hogar en Brasil
Las autoridades de Sao Paulo, Brasil, comenzaron a habilitar "microcasas" de 18 metros cuadrados como solución habitacional temporal para las personas que están viviendo en la calle.
Según datos estatales, cerca de 34.000 personas están durmiendo a la intemperie en las calles de la ciudad. La cifra difiere de los cálculos de la Universidad Federal de Minas Gerais, que estima que son cerca de 50.000 los habitantes en situación de calle.
La cantidad de familias "sin techo" aumentó 111% desde la pandemia según la municipalidad y, debido a que los comedores solidarios y refugios no dan abasto, se crearon estas "microcasas", siendo las primeras las que se construyeron en el vecindario de Canindé, informó BBC.
Así son las casas de 18 metros cuadrados para personas sin hogar
Las "microcasas" cuentan con una dimensión de 18 metros cuadrados y en su estructura son parecidas a un container.
En el espacio entra una cama matrimonial y algunos muebles esenciales. La vivienda está equipada con una cocina con refrigerador, cocinilla y lavaplatos, y al lado está la puerta que da hacia el baño.
Actualmente, en la primera aldea de "microcasas" de Canindé hay un total de 20 familias. Las viviendas están situadas de tal forma que todas comparten una especie de plaza con juegos infantiles.
Las autoridades buscan edificar 1.000 de estas viviendas en diferentes lugares de la ciudad durante 2023, las que permitirían albergar a 4.000 personas.
"Es una manera de cuidar del pueblo basada en el reconocido concepto internacional Housing First (Vivienda Primero), ofreciendo vivienda como el primer paso para ayudarles a volver a levantarse", comentó el encargado del proyecto, Carlos Bezerra Junior, quien también es secretario de bienestar del Ayuntamiento de la Ciudad de Sao Paulo.
"Intentamos volver a vivir en sociedad"
Una de las mujeres que vive en una "microcasa" es Daniela Martins, junto a su esposo Rafael y las dos hijas de ambos.
Debido a la pandemia, los dos perdieron su empleo; Rafael como asistente de ventas y Daniela como auxiliar de limpieza. Frente a esto, vivieron ocho meses en un refugio hasta que tuvieron la oportunidad de irse a una de estas viviendas, las que, cabe recordar, solo son temporales.
"Este es un lugar desde donde intentamos volver a vivir en sociedad, de ser humanos otra vez, ¿sabes?", señaló Rafael a la BBC.
En esa línea, complementó que "simplemente queremos una vida normal; tantos empleadores creen que las personas que viven en un refugio son malas".