Mueren padre e hijo en accidente de avión: Días antes le había permitido pilotear al niño mientras él bebía cerveza

Un lamentable hecho ocurrió el pasado 29 de julio en la frontera entre los estados de Rondônia y Mato Grosso, en Brasil, en el cual el niño de 11 años, Francisco Veronezi Maia, y su padre, Garon Maia, perdieron la vida tras estrellar su avión en la selva.

En una grabación publicada días previos al accidente, se puede observar cómo el padre permitió que su hijo piloteara mientras él se tomaba una cerveza.

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El accidente aéreo

Según informó el medio Folhape, el avión despegó del aeropuerto de Vilhena, estados de Rondônia, alrededor de las 17:50 hora local, desapareciendo del radar poco después, y encendiendo las alertas entre las autoridades brasileñas.

Pese a que la búsqueda comenzó el mismo día, los restos de la aeronave, junto con los cuerpos de Francisco y Garón, fueron descubiertos en la mañana del día siguiente.

 

Captura de pantalla

 

Tragedia familiar 

Tras encontrar los cuerpos del padre e hijo, la familia Maia emitió un comunicado, el que se viralizó a través de Internet, en el que se indicó que iban camino a conseguir pizzas cuando ocurrió el accidente, en un viaje que les tomaría solo quince minutos. Sin embargo, el avión desapareció de los radares cinco minutos después de despegar.

“Sabemos que ellos también tocaron la vida de muchas personas y, por eso, compartimos este dolor con todos los que amaron y que hoy también lloran su fallecimiento”, sostuvieron.

 

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Sin embargo, la tragedia familiar no terminaría solo con este hecho, ya que tan solo dos días después del hallazgo de los cuerpos, la viuda de Garon y madrastra de Francisco, Paula Pridonik, de 27 años, se quitó la vida.

 

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Polémico video

Un par de días antes del accidente, Garón publicó en sus redes sociales un video en el que aparece como copiloto de la aeronave, bebiendo una cerveza, mientras le enseña a Francisco, su hijo, a pilotear.

“Vamos, seiscientos caballos, puedes empujar. Seiscientos, Kiko (apodo de Francisco), vuela. Nuestra Señora. No, mano en la palanca, mano en la palanca. Quédate ahí, mira la velocidad”, le dijo mientras lo guiaba durante el despegue.

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