"Si no fuera por ella, habría muerto": Mujer descubrió tener grave enfermedad gracias a señales de su perrita

Claire Churchill, de 36 años, adoptó a Holly, su perrita, durante 2019 en el Reino Unido. De ahí en más, las dos se volvieron inseparables. Sin embargo, con el paso de los meses, la mujer se percató de que la mascota estaba actuando de una manera extraña.

Churchill explicó que el can solía meter su nariz en la zona de su pecho, sin ningún motivo. Incluso, se quedaba dormida sobre su seno izquierdo.

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Una terrible enfermedad

Ya en agosto del año 2020, en plena pandemia, la mascota comenzó a angustiarse. Además, no se despegaba del seno izquierdo de Claire, como si estuviera intentando decirle algo.

Un día, la mujer sintió que tenía un bulto en ese lugar de su cuerpo, por lo que se contactó con su médico de cabecera, aunque recién fue atendida en octubre, debido a la crisis sanitaria.

La afectada explicó que el bulto "en ese momento era del tamaño de una naranja y podías verlo a través de mi sostén y mi blusa".

Finalmente, la paciente fue diagnosticada con cáncer de mama, el cual se había extendido a sus ganglios linfáticos, informó The Sun.

De acuerdo a lo anterior, debió someterse a quimioterapia y radioterapia. En paralelo, en diciembre del año pasado, fue intervenida en una mastectomía (una cirugía que extirpa una o ambas mamas de manera parcial por completo).

 

Claire y su perrita Holly / The Sun

 

"Nunca me revisé"

Al día de hoy, no hay evidencia de la enfermedad en el organismo de Claire, aunque podría volver a pabellón para someterse a otra mastectomía.

La mujer agradeció a su perrita, ya que sus señales le hicieron darse cuenta de que debía acudir al doctor lo antes posible: "Si no fuera por ella, no me habría enterado y habría muerto", dijo.

 

Claire después de la cirugía acompañada de Holly / The Sun

 

"Nunca me revisé, porque pensé que el cáncer de mama era algo que les sucedía a las mujeres de 60 y 70 años, no a principios de los 30", sostuvo.

Por último, y ahora que está sana, Claire aclaró que su mascota, que tiene tres años, abandonó esta costumbre de meter su nariz en su pecho: "Es como si estuviera satisfecha y feliz de que el cáncer se haya ido", agregó.

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