El primer pozo de los deseos de la historia: Estos son los objetos que se lanzaban hace más de 3 mil años
Para atraer la buena suerte, encontrar el amor, tener éxito o gozar de buena salud. Esos son algunos de los anhelos que esperan cumplir las personas cuando lanzan usualmente una moneda a una fuente de los deseos.
Esa práctica se viene realizando desde hace más de tres mil años, porque en Alemania descubrieron lo que sería un "pozo de los deseos" visitado durante el periodo denominado Edad de Bronce Medio —que se prolongó entre 1.800 y 1.200 antes de Cristo— y que contenía varias reliquias.
El hallazgo fue en la ciudad de Germering, al sureste del país europeo, donde se han encontrado alrededor de 70 pozos, pero ninguno tenía objetos en su interior. En la zona también han hallado otros miles de restos arqueológicos, los que pertenecerían a la Edad de Bronce y la Alta Edad Media.
¿Qué lanzaban las personas hace más de tres mil años?
Durante meses, los investigadores excavaron en las tierras de la ciudad para llegar a este histórico hallazgo. Con paredes de madera y cinco metros de profundidad, el "pozo de los deseos" más antiguo del mundo tenía ofrendas que se mantenían en casi perfecto estado.
Los expertos dan una explicación del porqué los elementos hallados estaban en buenas condiciones: "Que un pozo sobreviva más de 3.000 años tan bien es extremadamente raro. Sus muros de madera se conservan completamente en la parte inferior y aún están parcialmente empapados por las aguas subterráneas. Esto explica el buen estado de los hallazgos de materiales orgánicos, que ahora se están examinando más detenidamente", dice el doctor y arqueólogo Jochen Haberstroh.
Según reportan medios alemanes, al interior descansaban los siguientes hallazgos arqueológicos:
- Cuencos.
- Tazas, jarras y ollas finamente trabajadas y decoradas, utilizadas como accesorios funerarios.
- Agujas de vestir.
- Brazalete.
- Espirales de metal.
- Diente de animal.
- Trenzas de hierba.
- Cuatro perlas de ámbar.
- Recipiente de madera con cuchara.
- Restos botánicos.
Deseos de buena cosecha
El profesor Mathias Pfeil, jefe de la Oficina Estatal Bávara para la Conservación de Monumentos, señala que "los pozos tienen algo mágico para mucha gente, tiran monedas con la esperanza de que se cumplan sus deseos. ¿Qué motivos movían a nuestros antepasados hace 3.000 años a ofrecer joyas y otros regalos valiosos? Hoy ya no podemos entenderlo. Sin embargo, es obvio que estaban destinados a ser ofrendas por una buena cosecha".
El arqueólogo Marcus Guckenbiehl agrega que "este pozo demuestra por su profundidad que se utilizó en una época en la que el nivel de las aguas subterráneas había descendido mucho, lo que indica una larga sequía y, sin duda, un bajo rendimiento de los cultivos".
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