Robó con un arma de juguete en un restaurante y un cliente lo mató a tiros con una pistola de verdad
Creyendo que iba a lograr su cometido, el jueves 5 de enero un hombre llegó hasta un restaurante de Houston, Texas, en Estados Unidos, armado con una pistola de juguete estilo airsoft, de aire comprimido pero muy parecida a una de verdad, para cometer un asalto.
Sin embargo, lo que nunca consideró fue que uno de los clientes presentes sí portaba una pistola real, la que utilizó para repeler el delito, disparando en varias ocasiones contra el delincuente hasta matarlo.
Mientras el sujeto agonizaba en el suelo, el autor del tiroteo recuperó el dinero robado y lo repartió entre las víctimas, para luego desaparecer. Su paradero aún es desconocido y está bajo la intensa búsqueda de la policía.
¿Qué publicó la policía?
Al día después, a través de su sitio web, la policía de Houston solicitó la cooperación de la ciudadanía para "identificar a un hombre buscado para ser interrogado en el tiroteo fatal de un sospechoso de robo".
En ese comunicado, las autoridades adjuntaron capturas de cámaras de seguridad que registraron el actuar del hoy desaparecido. Según se aprecia en las imágenes, es un hombre calvo y robusto, seguramente mayor a 55 años de edad, que vestía una camiseta azul y pantalones largos.
Además, también hay fotos de su vehículo: una camioneta sin patente que sería modelo de los años '70 u '80.
Con respecto al delincuente asesinado, se informó que tendría "unos 20 años de edad, está pendiente de verificación" por parte del Instituto de Ciencias Forenses del Condado de Harris.
¿Se busca para detenerlo?
Según señaló la policía, es buscado solo para ser interrogado sobre su participación en el mortal tiroteo. De igual modo, la legislación de Texas establece que la defensa propia puede aplicarse cuando una persona "siente que su vida está en peligro". La justicia podría respaldar aquello o inclinarse por fuerza innecesaria del acto.
"La persona a la que disparó estaba en proceso de cometer un robo y, en consecuencia, su uso de la fuerza en defensa de sí mismo y de terceros inocentes está completamente justificado. Tenía un temor razonable de sufrir lesiones corporales graves o la muerte", dijo a The Guardian el expolicía y ahora abogado, Thomas Nixon.
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