Policía fingió padecer un severo cáncer, la descubrieron y debió renunciar: ¿Por qué mintió sobre la enfermedad?

El cáncer es una grave enfermedad que al día de hoy afecta a millones de personas en el mundo. Es por esta razón que cada año los sistemas de salud y otras organizaciones invierten grandes cantidades de dinero en combatirla y estudiarla.

En un principio, se creía que una de las tantas afectadas por este diagnóstico había sido Vikki Costello, una sargento detective de la policía de Kent, en el Reino Unido.

La uniformada había notificado que tenía cáncer de cuello uterino, aunque más tarde se descubrió que esto era falso y que lo había dicho nada más que para sacar provecho de la situación.

¿Por qué fingió la enfermedad?

La oficial aseguró en varias ocasiones a su empleador y otros colegas de trabajo que no se sentía bien de salud. Así fue como mintió diciendo que estaba siguiendo un tratamiento, llegando a enviar notas relacionadas con la enfermedad.

Pero todo tenía una explicación. Y es que la uniformada tenía como intención utilizar el supuesto cáncer como una excusa para tener más días de descanso en su trabajo, informa Daily Mail.

Pese a aquello, finalmente admitió haber mentido, aunque se negó a revelar sus registros médicos o cualquier evidencia respecto a un posible tratamiento.

¿Qué pasó con la policía?

Fue en una audiencia en la cual Vikki expresó remordimiento por sus acciones, revelando de esta manera el engaño: "Descubrimos que la oficial afirmó repetida y falsamente que padecía cáncer y ella sabía que era falso", señaló la presidenta de la audiencia de mala conducta, Eileen Herlihy.

Por su parte, Natalie Potter, funcionaria del Departamento de Estándares Profesionales de la policía, explicó que "tan pronto como se informaron las acusaciones, tomamos medidas inmediatas para hacer que el oficial rindiera cuentas".

"Ahora que este resultado ha sido determinado por un panel independiente, colocaremos a (Vikki) Costello en la lista de prohibidos de la policía del Colegio de Policía", agregó.

Cabe mencionar que las principales normas que infringió la uniformada fueron las de socavar la confianza de sus colegas y aumentar la carga laboral de ellos debido a su prolongada ausencia, lo que derivó en su posterior renuncia.