Parecían la pareja perfecta, pero ella lo habría envenenado echando líquido para auto en su café
Lucían como una pareja aventurera que, a bordo de una moto, recorrían las rutas de Estados Unidos, paseando abrazados mientras hacían rugir su motor, pero todo se trataba de una cruel fachada que tuvo un mortal desenlace.
Los protagonistas de esta historia son Judy Church y Leroy Fowler. La mujer solía atender a su pareja, preparándole las comidas diarias, y en las últimas semanas comenzó a ofrecerle tazas de café que parecían inofensivas, pero que terminaron matándolo.
En vez de utilizar azúcar, Judy endulzaba el brebaje con anticongelante. Literalmente dulcificaba el café, porque este líquido para vehículos posee un compuesto químico denominado etilengicol, cuya apariencia es similar al agua y no tiene olor, pero sí un sabor dulce, según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
La mujer está acusada del asesinato de Leroy. Todo empezó el pasado 11 de noviembre, en Massachusetts. Ese día, Judy llamó a la ambulancia para reportar que su novio estaba "alterado". Según le decía a la funcionaria que atendió su llamada, el sujeto estaba provocando destrozos al interior del hogar mientras tenía su nariz ensangrentada.
Tras recibir la atención médica correspondiente, los malestares persistieron y no se encontraba alguna razón. No obstante, después de varios análisis, el diagnóstico arrojó que Fowler tenía un problema en los riñones, que no estaban funcionando normalmente.
Las complicaciones eran porque en sus riñones se habían detectado partículas de etilengicol, por lo tanto, había sido envenenado. A los dos días después, el 13 de noviembre, Leroy falleció, dando inicio a una investigación que tiene como principal responsable a la mujer de 64 años.
El motivo que habría desatado la furia de Judy
La hermana del fallecido declaró ante la policía, señalando que la parecía curiosa la actitud de Church en los días previos a la muerte, cuando insistía en prepararle tazas de café a su prometido. Sus dichos fueron respaldados por el hijastro de la víctima, quien aseguró que este empezó a sentirse mejor cuando se fue de la casa de la mujer.
Probablemente, lo que desató la ira de la presunta asesina es la existencia de una amante de Leroy. El hijastro agregó en su testimonio que Judy sabía sobre esa relación y que una vez habría dicho que quería asesinarla.
Mientras se desarrolla la investigación, la mujer permanece en prisión preventiva y el próximo 23 de enero será la audiencia que definirá su futuro.
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