"Muchos no sobreviven": Salvan a bebé que nació con un tumor del doble de su peso
Saylor Thomson nació en el Mater Mothers' Hospital de Australia en agosto de este año, con un tumor del doble de su peso.
Al momento de su nacimiento, la bebé pesó 1.025 gramos, mientras que el teratoma que crecía en su coxis tenía un peso de dos kilogramos.
En la ecografía de las 20 semanas de gestación, los padres de la menor recibieron una fuerte noticia: la niña tenía entre un 25 y 40% de probabilidades de sobrevivir al parto.
"El bebé milagroso"
A minutos de su nacimiento, Saylor fue sometida a una operación de seis horas, en la que trabajó un equipo de 25 profesionales, con el objetivo de extirpar el teratoma sacrococcígeo de su coxis.
La recuperación de la menor ha sido calificada como "milagrosa" por parte de los médicos y de sus padres y, a dos meses de la intervención, el "bebé milagroso", como ha sido denominado", ha tenido una "recuperación fantástica", aseguran en News.com.au.
"El tumor de Saylor era muy complejo"
El diagnóstico de teratoma afecta a uno de cada 40 mil nacidos vivos y la esperanza de vida es baja.
El caso de Saylor Thomson se convirtió en el tumor más grande que le han extirpado a un bebé en el Mater Mothers' Hospital, explicó el ginecólogo y obstetra Saliesh Kumar, de la unidad de medicina materno-fetal del recinto.
“No sabemos por qué crece el tumor, pero surge de las células germinales embrionarias y es cuatro veces más probable que ocurra en niñas. El tumor de Saylor era extremadamente grande y muy complejo. El tumor se extendió a su pelvis y abdomen", detalló el médico a News.
Sobre la esperanza de vida de quienes presentan este diagnóstico, Kumar detalló que: "Muchos de estos bebés no sobreviven al embarazo. Estos tumores funcionan como una gran derivación vascular que hace que regrese mucha sangre al corazón. En algunos bebés? se produce insuficiencia cardíaca".
Rachel, la madre de la menor, y quien recién pudo tomar en brazos a su hija a los diez días de vida, señaló que "poder sostener a Saylor en mis brazos y saber que ha llegado al otro lado es algo especial".
La madre también sinceró que "cuando la trabajadora social y los cirujanos se reunieron por primera vez para decirnos que tenía pocas posibilidades de sobrevivir debido a la prematuridad y al tumor, lloré histéricamente".
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