"Estoy muy triste": Joven quería comprar un bikini y recibió cruel comentario de la vendedora
- Por Ana María Lizana
Kayla Houlihan es una joven empresaria que, al estar en el aeropuerto de Melbourne, Australia, decidió comprarse ropa. Sin embargo, la vendedora de la tienda le hizo pasar un incómodo y triste momento.
Utilizando las redes sociales, la mujer hizo un descargo a través de TikTok, dando a conocer que estaba “extremadamente triste” por el comentario que recibió.
El registro de 58 segundos ya ha acumulado cerca de un millón de reproducciones y se ha hecho viral, recibiendo decenas de comentarios apoyando a la afectada, consigna TN.
"Estoy cansada"
"Sé que no debería importarme, pero sí me importa", fue como tituló el vídeo, donde detalla lo acontecido en el aeropuerto.
Aprovechando un vuelo demorado, es que se dedicó a pasear por las tiendas y se interesó por un traje de baño para sus vacaciones.
Fue en ese momento, cuando una vendedora se acerca a ella: “Estaba concentrada en lo mío, mirando ropa, cuando una vendedora me pregunta que cuántos meses tengo. Yo me sorprendí, porque no estoy embarazada”.
Ante la respuesta, la vendedora rápidamente se disculpó: “Ahora tengo que ir a Queensland y temo usar un bikini durante mis vacaciones porque es lo único que tengo después de que me hicieran un fat-shaming”, término utilizado para las burlas hacia el cuerpo de otras personas.
“He pasado la última hora llorando en el aeropuerto de Melbourne. ¡Estoy tan cansada de la gente que ha hecho comentarios sobre mi cuerpo toda mi vida! Estoy muy triste", lamenta la mujer en el mismo video.
"¡Úsalo con orgullo!"
El video recibió todo tipo de comentarios, apoyando a la joven tras el incómodo momento que vivió en la tienda de ropa.
Mujeres la alentaron a ocupar igualmente el traje de baño: “¡Usa tu bikini y hazlo con orgullo!”, mientras que otros sugirieron que “nunca le preguntes a una mujer si está embarazada, aunque tenga nueve meses de embarazo”.
Dos días después, mostró fotos de sus vacaciones y aunque sí usó el bikini que compró en el aeropuerto, admitió que aún “siento vergüenza de usarlo, pero decidí disfrutar”.