Países fronterizos con Rusia enfrentan ola de exiliados que huyen del conflicto con Ucrania: "No soy carne de cañón"

¿Qué pasó?

Georgia y Kazajistán, dos países fronterizos con Rusia, confirmaron este martes una fuerte alza de la llegada de rusos desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciara la semana pasada una movilización militar para enviar refuerzos a Ucrania.

La cifra de rusos que llegan diariamente a la vecina Georgia casi se ha duplicado, hasta casi 10.000 personas por día, tras el anuncio militar efectuado el 21 de septiembre, indicó el ministerio del Interior de Georgia. 

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"No soy carne de cañón"

Se trata de hombres en edad de servir en las fuerzas armadas, han salido a Georgia en caravana de automóviles de hasta 20 kilómetros, en bicicleta o a pie. En dicho país, los rusos pueden entrar y permanecer un año sin visa.

"No tengo otra alternativa que huir de Rusia", declaró Nikita, un joven ruso a AFP. "Yo no soy carne de cañón, no soy un asesino", indicó otro a la misma agencia.

 

Asimismo, algunos ciudadanos rusos afirman que la policía suele cerrar el tránsito y crear una congestión artificial "para extorsionar dinero de la gente desesperada".

 

Jóvenes intentando llegar a Georgia.

 

Lo mismo ocurre en Kazajistán

En tanto, en Kazajistán, una exrepública soviética de Asia Central, las autoridades informaron que 98.000 ciudadanos rusos han llegado al país desde el 21 de septiembre, sin proveer datos de comparación con la semana anterior.

El presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, afirmó este martes que su país protegerá a los rusos que huyen hacia su país para escapar de la movilización militar.

"Estos últimos días, mucha gente viene de Rusia a nuestro país. La mayoría están obligados a partir a raíz de una situación sin salida", declaró el mandatario.

"Debemos ocuparnos de ellos, garantizarles su seguridad", agregó este aliado de Moscú, que ha tomado distancias con el Kremlin tras la ofensiva rusa en Ucrania.