Los doctores le dijeron que tenía apnea del sueño, pero terminó falleciendo por una severa enfermedad

James Lamerton, de 40 años, tomó la decisión de acudir al médico después de presentar algunos síntomas que no lo dejaban dormir tranquilamente. En este contexto, los doctores, en un principio, le informaron que tenía apnea del sueño, así que comenzó a tomar medicamentos para la migraña.

Sin embargo, el hombre, que trabajaba como profesor y músico en la región de Essex, en Inglaterra, terminó falleciendo en noviembre del año pasado, luego de que los doctores descubrieran que en realidad tenía un glioblastoma fatal de grado cuatro, es decir, un tumor cerebral.

Tras su deceso, Myriam, su esposa, con quien tuvo una hija llamada Layla, de 2 años, comenzó a generar conciencia acerca de las enfermedades "invisibles", en particular, sobre los tumores cerebrales, informa Essex Live.

"Tenemos que hacer más"

En este sentido, la mujer, que trabaja en el departamento de filantropía de una empresa de tecnología, explicó que "necesitamos cambiar las percepciones de las personas sobre los tumores cerebrales y para mí eso significa cambiar la narrativa para que las personas se den cuenta de que esto también podría pasarles a ellos y a las personas que conocen y aman. Tenemos que hacer más".

En cuanto al diagnóstico que recibió James, indicó que él "había estado cansado por un tiempo, pero lo atribuí a que tuviéramos un recién nacido".

"Cuando comenzó a despertarse regularmente en la noche para ir al baño, pensé que era extraño y lo animé a ir al médico para que lo revisara por cáncer de próstata, que es algo que su padre había tenido", manifestó.

El diagnóstico erróneo y su posterior muerte

En un comienzo, los exámenes no arrojaron algo grave, aunque en septiembre del 2021, tras experimentar mareos y dolores de cabeza, ambos fueron a una clínica especializada donde les informaron que tenía apnea del sueño: "Entre agosto y mediados de octubre lo llevé al médico ocho veces", expresó Myriam.

Pero la condición del hombre continuó empeorando, lo que lo llevó a realizarse una resonancia magnética que finalmente determinó que tenía un tumor en su cerebro.

En medio del dramático proceso, James tuvo complicaciones posoperatorias y al poco tiempo después falleció: "Sostuve la mano de James cuando tomó su último aliento y su corazón se detuvo. Murió en paz, lo cual fue hermoso en cierto modo", agregó la mujer.

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