Turistas protestan por suspensión de venta de entradas para ingresar a Machu Picchu
- Por AFP
¿Qué pasó?
La suspensión de la venta de boletos para ingresar a Machu Picchu por parte de las autoridades generó este viernes protestas de airados turistas y comerciantes del pueblo más próximo a la famosa ciudadela inca, situada en el sureste de Perú.
Las protestas tuvieron lugar afuera de la ciudadela de piedra y en el vecino pueblo de Machu Picchu, que antes se llamaba Aguas Calientes, donde llegan los visitantes en tren y abordan minibuses para subir hasta la joya del turismo peruano a través de una angosta ruta de montaña.
¿Qué se dijo?
"Pagué mis boletos [del tren] con Inca Rail de un día con guía turístico, pagamos incluso un adicional por el autobús que nos trae hasta acá a Machu Picchu, donde están las ruinas y no nos han querido dejar pasar porque no tenemos boleto de entrada", declaró el mexicano Israel Gonzales Rizoo a la AFP.
"Es una estafa", se quejó el airado turista, quien contó que había pagado 65 dólares por el tren desde Ollantaytambo, a unos 148 kilómetros de distancia.
También estaban muy molestos los comerciantes del pueblo, decenas de los cuales bloquearon la vía férrea para impedir el movimiento de trenes.
"Exigimos la venta de tickes en las oficinas del Ministerio de Cultura de Machu Picchu, y del 50% de su totalidad de manera presencial (...) para reactivar nuestras economías", expresaron los comerciantes en un comunicado.
Segunda protesta
Esta es la segunda protesta en poco más de dos semanas por la falta de boletos para ingresar a la ciudadela de piedra. El 27 de julio se agotaron los tiquetes disponibles por una sobreventa.
Luego de eso, Perú aumentó de 4.000 a 5.000 el cupo de visitantes que pueden entrar diariamente a la ciudadela. Buena parte de las entradas se venden en internet y una porción de manera presencial en el pueblo.
Ante las protestas de este viernes, el Ministerio de Cultura indicó que dispuso que continúe la venta presencial de boletos de ingreso, respetando el límite fijado para proteger el patrimonio arqueológico.
Cabe recordar que la Unesco declaró la ciudadela de Machu Picchu patrimonio de la humanidad en 1983. Desde entonces, la organización exige a Perú cumplir una serie de pautas para preservar el lugar.