Joven pretendía celebrar sus 18 años con sus amigos pero ninguno llegó: "Se perdieron un cumple rosa muy hermoso"
- Por Diego Alonzo
Pilar Armijo tenía pensado celebrar sus 18 años junto a sus amigos. Sin embargo, pese a hacerles la respectiva invitación, ninguno de ellos llegó, por lo que decidió hacer sus descargos.
La joven, que se había mudado a la localidad argentina de Aldao, se molestó al no contar con la asistencia de sus invitados, ya que ese día festejaba que se convertía en mayor de edad, pero también por algo que vio en redes sociales, que hizo que se enfureciera aún más.
En concreto, Pilar captó que sus amigos, los mismos que le dijeron que no podían ir porque vivían lejos, estaban subiendo historias a Instagram, mientras ella esperaba que llegaran a la fiesta, informa TN.
"Por suerte tengo una familia hermosa que me acompañó"
Cabe mencionar que el cumpleaños de la joven, incluso, era con temática. Además, afirmó que gastó 50 mil pesos argentinos (alrededor de 330 mil pesos chilenos) para dicha instancia.
"Se perdieron un cumple rosa muy hermoso. Por suerte tengo una familia hermosa que me acompañó", manifestó.
En esta línea, indicó que "tuve la ayuda de toda mi familia y me quedaron un montón de cosas pagadas que no se usaron. Entre ellas el salón, ya que lo terminé haciendo en casa de mis suegros porque el salón era muy grande para los que éramos".
"Mi mamá y mi novio se esforzaron muchísimo para ayudarme y somos una familia humilde, fue todo con trabajo y esfuerzo", agregó.
"Yo fui a sus cumpleaños siempre"
Pilar dejó en claro que no entendía el porqué de la ausencia de sus amigos, siendo que ella había estado presente en sus cumpleaños: "Yo fui a sus cumpleaños siempre. Ellos salen a boliches más lejos de donde vivo yo, no sé qué pasó", remarcó.
"A mis amigos de la escuela les avisé que ya me mudé y estoy viviendo en un pueblo, al lado de San Lorenzo, lo iba a festejar acá, porque me quedaba más cómodo en todo sentido, y la mayoría me dijo que no había problema. Que iban a venir", detalló.
La joven, aún molesta por lo sucedido, aseguró que "un día antes, cuando ya tenía todo comprado y el salón pagado, les mandé a todos de nuevo si por favor me avisaban quiénes venían. Solo seis respondieron, entre ellos mi hermano mayor y mi cuñada".
"Algunos me dijeron que trabajaban. Otros que era muy lejos, sabiendo que un taxi entre pueblo y pueblo está $1.000 (poco más de 6 mil pesos chilenos), que hoy en día no es nada. Si lo pagaban entre cuatro no gastaban ni $300 cada uno", agregó.
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