Niño de 7 años se quejaba de un fuerte dolor de estómago y terminó recibiendo un desolador diagnóstico
- Por Diego Alonzo
Tyler Lynch tenía tan solo cinco años cuando comenzó a quejarse de un fuerte dolor de estómago, en mayo del 2020. Los síntomas comenzaron a empeorar una vez que, meses después, despertara cojeando a raíz del dolor en una de sus piernas. Por este motivo, sus padres decidieron llevarlo de urgencia a un hospital en Manchester, Inglaterra.
En un principio, los doctores le comentaron a los padres que el menor sufría de "cadena irritable", un diagnóstico común en los niños. Sin embargo, al día siguiente, un ojo de Tyler comenzó a hincharse, por lo que los adultos sospecharon que se trataba de algo más grave.
A partir de allí, el pequeño se sometió a un análisis de sangre y una resonancia magnética, que demostraron que el primer diagnóstico había sido erróneo.
El desolador diagnóstico
El padre de Tyler, llamado Daniel, de 34 años, contó que los doctores les informaron que su hijo "tenía un tumor en el estómago y que era cáncer... Solo empeoró a partir de ahí".
En específico, el pequeño tenía un neuroblastoma en etapa 4, común en niños, y que suele desarrollarse a partir de las células que quedan del desarrollo de un bebé en el útero, informa Manchester Evening.
Tras la impactante noticia, Tyler debió ser operado, intervención que resultó ser exitosa, aunque su peso se redujo sustancialmente. En tanto, su padre fue enfático en señalar que "no fue mucho dolor y no fue tan notorio para él".
La alarmante noticia
Pese a su recuperación y tiempo después, una resonancia magnética dejó en evidencia que el tumor del niño había regresado y los especialistas, hasta ahora, no han podido extirparlo, debido a que se encuentra sobre un vaso sanguíneo, lo que lo hace peligroso.
A raíz de lo anterior, los padres del paciente han estado buscando otro tratamiento que permita que su hijo sobreviva, pero sus posibilidades, hasta el momento, son bajas.
"Me encantaría decir que he encontrado un tratamiento diferente, pero realmente no lo he hecho. No se está investigando lo suficiente el cáncer infantil. No estoy seguro de qué fue más difícil: escuchar la recaída o el primer diagnóstico. La primera vez fue simplemente desgarrador escuchar para ser honesto", expresó Daniel.
Por último, el padre del pequeño indicó que "él es el niño más feliz. Siempre está sonriendo a pesar de todo lo que está pasando. Solía intentar jugar en la sala. Estaba en el pasillo subiendo y bajando en autos eléctricos. La mayoría de los niños tienden a quedarse en la cama".
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