Acude al doctor por un dolor en el dedo del pie y le dicen que va a morir: "Me dijo que me quedaban cuatro días de vida"
- Por Meganoticias
Richard Bernstein nunca pensó que un dolor en el dedo de su pie derecho pondría en riesgo su vida. El hombre de Nueva Jersey, Estados Unidos, acudió al médico porque la molestia ya le preocupaba y recibió una terrible noticia.
Bernstein cuenta que comenzó a sentir dolor y al principio no le dio importancia. Al ver que la sensación no desaparecía decidió acudir a un podólogo, quien lo sometió a exámenes médicos. No le encontraron nada. Según el especialista todo marchaba bien, pero el dolor no se iba.
Visitó otros médico hasta que recibió el fatal diagnóstico
El dolor que tenía Bernstein en su pie lejos de desaparecer seguía causando malestar. Con el paso de los días la molestia comenzó a sentirla también en el tobillo y la rodilla.
Preocupado acudió a un médico deportista, quien tampoco dio con la causa de la enfermedad. Su recorrido por consultorios llegó a su fin cuando su médico general lo remitió a un urólogo.
Ya en manos del especialista comenzaron a hacerle varios exámenes. Si algo tenía claro Bernstein era que el dolor no desaparecía, por más que le decían que no encontraban nada él no quedaba conforme.
Su pierna se comenzó a hinchar y aquí aumentaron sus preocupaciones. Tras la revisión del urólogo llegó un diagnóstico fatal que jamás se imaginó.
"Me dijo que me quedaban cuatro días de vida", recordó en declaraciones dadas al diario New York Post y replicadas por People en Español.
Michael Grasso, médico del hospital Phelps, le comunicó que tenía un tumor en el riñón y un trombo tumoral que creció a través de la vena renal y que llegaba a la vena cava, la que drena principalmente el corazón.
Había que actuar rápido, pues la enfermedad estaba bastante avanzada y contaban con poco tiempo.
"No puedo decir que reconocí completamente la complejidad cuando entré, aunque Grasso me dijo que era complejo. No había mucho que pudiera hacer al respecto y esa actitud me ayudó a superarlo", dijo Bernstein.
Tras una operación que duró 12 horas le fue extirpado el riñón y el tumor, no hubo necesidad de hacer quimioterapia. En la actualidad se recupera de la operación y retoma su vida.
Su mensaje para todos es que no subestimen ningún dolor e insistan si un primer diagnóstico no arroja resultados. "Si no se me hubiera hinchado toda la pierna, me habría caído muerto", reflexionó.
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