"Quería estar constantemente cerca del niño": Mujer se obsesiona con el nieto de tres meses de su amiga y lo secuestra

  • Por Meganoticias

Una verdadera pesadilla vivió la familia Cuéllar cuando su bebé, Brandon Cuéllar de apenas tres meses fue secuestrado de su propia vivienda en San José, California, Estados Unidos

El robo del bebé ocurrió en cuestión de segundos justo en el momento en el que la abuela, quien estaba con una amiga de la familia, dejó al niño dentro de la casa y sacaba las bolsas de la compra del carro. Este instante fue aprovechado por un hombre para ingresar a la vivienda y llevarse al niño.

El bebé fue rescatado 24 horas después

Fueron las cámaras de seguridad de la zona las que permitieron dar con el paradero del pequeño Brandon. El niño fue secuestrado el 25 de abril y 24 horas después fue localizado.

El video que guió a las autoridades muestra a un hombre caminando cerca del vecindario con un bebé dentro de una silla de automóvil y lo lleva hacia una camioneta. Las imágenes fueron captadas después de que se llevaron a Brandon.

Luego de las indagaciones la policía detuvo a Yesenia Guadalupe Ramírez, a José Román Portillo y a Baldomero Sandoval, este último fue liberado horas después por no encontrar nexos con el caso.

La mujer era amiga de la abuela y se habían conocido en la iglesia. El día del secuestro ella se ofreció a llevarla a comprar cosas para el bebé.

Yesenia llevó a la abuela y al niño en el auto, luego llegaron a casa y esperó que bajara los artículos de la compra. En ese instante Román Portillo entró a la vivienda y se llevó al bebé.

"Quería estar constantemente cerca del niño"

La amiga de la abuela es una de las principales sospechosas y es acusada de planificar el secuestro. La madre del niño, Jessica Ayala, estaba trabajando durante el momento en que ocurrieron los hechos.

La mamá contó a Noticias Univisión que Ramírez, “quería estar constantemente cerca del niño”.

Por su parte la abuela del pequeño, Victoria Mejías, dijo que fue la experiencia más terrible que ha vivido en toda su existencia.

Gracias a Dios tenemos un final feliz. Fue una experiencia tan dura que nunca me lo podía esperar. Eso a nadie se lo deseo (...) Fue una angustia muy terrible, muy dura. Yo sentía que me moría”, dijo la abuela.