Le dijeron que tenía un virus estomacal pero luego le entregaron un desolador diagnóstico
- Por Diego Alonzo
Gemma Farquhar es una joven madre de dos hijos que pasó por graves problemas de salud. En una primera instancia, presentó síntomas como dolores intestinales y vómitos, por lo que acudió al médico.
El un inicio, el pronóstico de los doctores había sido el de un problema estomacal, aunque más tarde la paciente, que vive junto a su familia en la ciudad de Sídney, Australia, terminó por conocer su verdadero diagnóstico.
Fue en abril del 2020 cuando la mujer de 37 años recibió la dura noticia de que en realidad no tenía un virus estomacal, sino que cáncer de intestino en etapa cuatro, que según los expertos tiene un 14% de supervivencia, informa Daily Mail.
"Mi barriga estaba retumbando fuera de control"
Gemma accedió a contar ciertos detalles acerca de los días previos y posteriores al devastador diagnóstico y también compartió los síntomas que la gente debería saber para estar alerta.
"Antes de mi diagnóstico a principios de enero, comí una pizza el viernes por la noche con la familia", contó en un inicio la joven madre.
De acuerdo a lo anterior, señaló que "unas horas después de comerla, mi barriga estaba retumbando fuera de control. A las 02:00 AM necesitaba vaciar mis intestinos y al mismo tiempo comencé a vomitar violentamente, vomité hasta que me quedé sin pedazos de pizza en el cuerpo".
La mujer recalcó que la situación volvió a ocurrir tiempo después, esta vez en marzo, tras una cena, por lo que ahí captó que su caso no era normal.
"Me puse en contacto con el médico local y tenía una cita. Le avisé de mis síntomas y simplemente dijo que no había nada de qué preocuparse, que era solo un problema estomacal", sostuvo.
Una salida a caminar aumentó su preocupación
El 23 de abril las cosas empezaron a complicarse realmente para Gemma, debido a que salió a caminar con una amiga, cuando de pronto comenzó a tener calambres en el estómago. En la noche el dolor se intensificó, su apetito disminuyó y empezó a tener vómitos nuevamente.
La joven procedió a realizarse nuevos exámenes de manera urgente, hasta que recibió el llamado del médico, quien le comunicó que debía ir rápidamente a la consulta.
"Entré en estado de shock e incredulidad. Después de una noche inquieta y sin poder comer ni beber nada debido a la cirugía pendiente, me desperté el 25 de abril y me llevaron al quirófano. Estaba llorando y extremadamente temerosa de lo desconocido", expresó.
Después de la operación, Gemma fue diagnosticada con cáncer de intestino en etapa tres. Sin embargo, al comenzar con la quimioterapia los doctores captaron que el cáncer se había extendido y la diagnosticaron con etapa cuatro.
"Necesitamos educar y contar nuestras historias"
De ahí en más, la joven dijo que "durante aproximadamente 11 meses, estuve en escáneres de vigilancia y ahora tengo algunos nódulos en mis pulmones que están siendo tratados con medicamentos dirigidos".
"Trato de no mirar las estadísticas y tengo un gran equipo de profesionales médicos a mi alrededor en los que confío para seguir adelante", aseguró Gemma, quien se mantiene positiva pese al diagnóstico.
Por último, dejó en claro que "el propósito de esto es contar mi historia de cosas que he aprendido sobre la resiliencia, conocer tu cuerpo y ser tu propio defensor, rasgos que puedes usar en tu vida diaria. Me apasiona crear conciencia, pero para hacer eso, necesitamos educar y contar nuestras historias".
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