Familia de hombre con discapacidad mental condenando a muerte por ingresar heroína en Singapur: "Ocurrirá un milagro"
- Por Meganoticias-AFP
¿Qué pasó?
La hermana de un hombre malasio sentenciado a muerte pese a que sufre de discapacidad mental, imploró al gobierno de Singapur que le brinde una "segunda oportunidad".
Nagaenthran K. Dharmalingam, sentenciado a muerte en 2010 por ingresar una pequeña cantidad de heroína en Singapur, debía ser ahorcado la semana pasada, tras perder varias apelaciones.
Sufre de una incapacidad intelectual
La ejecución en la ciudad-estado, con estrictas leyes antidrogas, fue aplazada luego de que el hombre de 33 años contrajo Covid-19, pero sus defensores temen que el aplazamiento sea breve.
Sin embargo, su familia no se da por vencida, y su hermana Sarmila Dharmalingam urgió a Singapur "darle una segunda oportunidad".
"Esperamos que el gobierno de Singapur le perdone la vida", dijo la mujer de 35 años en una entrevista con la AFP en el domicilio familiar en Tanjung Rambutan, norte de Malasia.
"Él sufre de una incapacidad intelectual", aseguró.
El caso de Nagaenthran generó fuertes críticas de especialistas en derechos de la Unión Europea y la ONU, y un pedido de clemencia con 85.000 firmas.
Un esfuerzo de última hora para detener la ejecución fue iniciado, aunque con pocas opciones de éxito, pero Sarmila y su familia no pierden la esperanza.
Un milagro
"Todos los miembros de nuestra familia estamos orando por su vida", comentó la mujer de origen indio, integrante de la minoría hindú de Malasia, un país de mayoría musulmana.
"Yo creo en milagros... Con la gracia de Dios, ocurrirá un milagro", sostuvo.
Nagaenthran fue detenido a los 21 años cuando intentó ingresar a Singapur desde Malasia con 43 gramos de heroína, equivalente a tres cucharadas, atadas a su pierna.
Activistas dicen que su coeficiente intelectual es de 69, considerado como una discapacidad intelectual, y que fue forzado a llevar la droga en un momento que lidiaba con problemas de alcohol.
Pero Singapur, que defiende la pena de muerte, ha mostrado poca inclinación a atender los pedidos de clemencia.
El ministerio del Interior dijo semanas atrás que los psiquiatras descartaron que Nagaenthran tuviera una incapacidad intelectual.
La justicia determinó que el hombre "claramente entendió la naturaleza de sus actos", dirigidos a pagar deudas, señaló en un comunicado.
Una llamado escrito del primer ministro malayo, Ismail Sabri Yaakob, también fue descartado cuando su par de Singapur, Lee Hsien Loong, respondió que Nagaenthran había recibido "el debido proceso bajo la ley".
- Volver a casa -
Sarmila, una de las tres hermanas de Nagaenthran, recuerda el impacto que vivió su familia cuando recibieron una carta de las autoridades de Singapur el 26 de octubre para informarles que su hermano sería ahorcado el 10 de noviembre.
Suspendieron los preparativos del festival hindú del Diwali para que la familia averiguara cómo su madre y otros familiares podrían viajar a Singapur a fin de verlo antes de la ejecución.
A Sarmila le cuesta aceptar que su hermano es un narcotraficante sentenciado, y tiene recuerdos cariñosos de cuando jugaban juntos de niños.
"Él era una persona amable, muy cariñoso", recordó.
Con más de una década tras las rejas, Nagaenthran desarrolló una pasión por las artes y las manualidades, creando cartas para su familia y para conmemorar fechas como el día de la madre.
Su hermana cree que fue forzado a traficar la droga porque era "tímido y fácilmente influenciado por otros".
Grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch dicen que la ejecución contraría el derecho internacional contra la pena capital para personas con discapacidad mental.
De concretarse, sería la primera ejecución por la horca desde 2019 en Singapur.
Familiares que lo han visitado recientemente en prisión dicen que Nagaenthran luce "errático y deprimido", según Sarmila.
"Él sabe que va a ser ahorcado pero... dice que quiere venir a casa a cuidar a su madre", dijo.
Ahogando las lágrimas mientras se aferra a una foto de Nagaenthran cuando niño, imploró: "Quiero que mi hermano vuelva a casa".