Le robó toneladas de droga: El día en que Pablo Escobar le declaró la guerra al "Señor de los Cielos"

  • Por Meganoticias

Pocos años antes de que Pablo Escobar falleciera, el peligroso narcotraficante colombiano estuvo cerca de protagonizar una violenta guerra que prometía sangre y venganza, pero que finalmente no ocurrió.

El líder del Cartel de Medellín había sido traicionado por uno de sus más cercanos colaboradores, responsable de que su cocaína llegara por aire a Estados Unidos.

Se trata del mexicano Amado Carrillo, más conocido como el "Señor de los Cielos" que, al mismo tiempo, lideraba el Cartel de Juárez. Para su suerte, los sicarios del patrón nunca tocaron su puerta y pudo relucir su peligrosa hazaña. 

El negocio de Escobar y Carrillo

En 1988, ambos iniciaron las negociaciones narcos. Mientras el colombiano producía la coca, el mexicano quitaba los asientos de sus aviones para ingresar la mayor cantidad de droga.

El negocio era conveniente para Escobar, ya que la justicia estadounidense y colombiana lo tenían en la mira. Sus aviones habían sido confiscadas por las autoridades y corría el peligro de que su imperio se derrumbara.

 

Amado Carrillo, el "Señor de los Cielos"

 

"Los americanos empezaron a cogerle los aviones al patrón (Escobar) en Costa Rica, Nicaragua, Panamá, en todo Centroamérica". Así lo relató Jhon Jairo Velásquez, sicario del colombiano, apodado como "Popeye" en el mundo narco. 

Por lo tanto, Carrillo representaba una oportunidad importante que le permitía al de Medellín tener vigente su negocio frente a las amenazas del Cartel de Cali, otra peligrosa agrupación colombiana comandada por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela.

El "Señor de los Cielos" se rebela

Carrillo era capaz de transportar toneladas de cocaína en sus aviones, cuya flota incluía algunos Boeing 727 reacondicionados para la carga de droga. El negocio era tan exitoso, que poco a poco surgieron los deseos de ambición en el "Señor de los Cielos".

Con el paso de los meses, Carrillo se sublevó ante su socio y comenzó a exigirle la entrada a varios mercados estadounidenses para el Cartel de Juárez. De hecho, le habría solicitado que le pagase no solo en dinero, sino también en cocaína.

Las negociaciones tomaron un rumbo complicado, incluso para "Popeye", a quien le preocupaba que los sicarios mexicanos lo atacasen mientras coordinaba los envíos con Carrillo.

 

Pablo Escobar y su sicario Jhon Jairo Velásquez, alias "Popeye"

 

La guerra que nunca fue

La fuerte tensión entre ambos narcotraficantes llegó a su clímax en 1991. En aquel año, Escobar aceptó entrar a prisión para no ser extraditado a Estados Unidos, pero ingresó a una cárcel de lujo llamada "La Catedral", la que fue construida por el propio colombiano.

Fue durante ese año que el "Señor de los Cielos" protagonizó una de sus más grandes hazañas: "Estando nosotros en 'La Catedral', Amado Carrillo le robó al Patrón como 12.000 kilos de cocaína. Esto lo hizo con el Cártel de Cali, que estaba en guerra con nosotros. Ahí se terminó la sociedad", recordó el "Popeye".

Lejos de su negocio y prisionero de su propia cárcel, Escobar estaba en una crítica situación financiera. Aun así, el capo narco pretendía arrebatarle la vida a Carrillo en una guerra.

 

Pablo Escobar en "La Catedral", su prisión

 

Sin embargo, aquello nunca ocurrió. Según Jhon Jairo, "teníamos guerra con el Estado, con los paramilitares y con Cali. Abrir una cuarta guerra contra Amado Carrillo... Ir a México es complicado".

"Usted sabe que el mexicano es jodido y decir 'ya, vamos a mandar 20 sicarios de Medellín a México'... se los tragan vivos en 10 minutos. En esas guerras hay que tener cuidado", señaló "Popeye", años antes de morir por un cáncer de esófago.

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