La historia de una ganadora de lotería que murió infeliz: "Si hay un infierno, yo he estado en él"
- Por Meganoticias
La fortuna le sonrió en noviembre de 2013, pero hace dos años declaró que el dinero que había ganado destruyó su vida. Margaret Loughrey, de 56 años, conocida por 'Maggie Millions' murió "infeliz" el jueves 2 de septiembre en su casa en Belfast, Irlanda del Norte.
Hace ocho años, obtuvo un gran premio de Euromillones, específicamente casi 27 millones de libras esterlinas (31 millones de euros), y aunque destinó su dinero a comprar propiedades y causas benéficas, no se sentía feliz.
En esa fecha acertó cinco números y dos estrellas de la suerte, seis años más tarde afirmó: “Si hay un infierno, yo he estado en él. Así de malo ha sido”.
Para el momento solo le quedaban cinco millones de libras esterlinas.
"Lamento haber ganado la lotería"
Antes de ganar vivía con 58 libras esterlinas por semana, se lee en una nota del Daily Mail. Luego adquirió un bungaló de £ 125,000, un pub y un antiguo molino que convirtió en centro de ocio. Además, donó al menos la mitad del premio.
“Lamento haber ganado la lotería, por supuesto que sí. Antes era una persona feliz. Soy un ser humano y todo lo que ha hecho es destruir mi vida”, manifestó.
Oficiales del Servicio de Policía de Irlanda del Norte llegaron a su vivienda, después de que se informara que había fallecido de forma súbita. Su vecino y concejal, Paul Gallagher, indicó que la ciudad estaba conmocionada por la muerte.
“Margaret era muy conocida e hizo mucho trabajo caritativo bueno en la ciudad”, comentó.
Los problemas de una mujer rica
En los últimos años, Loughrey enfrentó algunos problemas. En 2015 se le ordenó cumplir con 150 horas de trabajo comunitario por haber sido acusada de agredir a un taxista. Había bebido vodka en la casa de un amigo y tuvo una discusión con el conductor que la llevaba a su residencia. El hombre terminó trasladando a la mujer al cuartel de la policía.
En septiembre de 2020, un tribunal laboral determinó que Maggie Millions se había burlado de la religión de un empleado y debía pagarle 30.000 libras esterlinas. Nunca salió de la espiral negativa en la que se había convertido su vida, refiere el portal 20minutos.
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