Monstruo de Tenerife: padre sedó y envolvió en toallas a sus hijas antes de lanzarlas al mar
- Por Meganoticias
Se siguen sumando nuevos antecedentes sobre el macabro crimen concretado por Tomás Gimeno, el hombre tildado como el "Monstruo de Tenerife", quien está acusado de dar muerte a sus hijas Anna y Olivia, de 1 y 6 años, respectivamente, tras amarrarlas a un ancla de su barco y lanzarlas al mar.
Las diligencias del caso indican que el progenitor no dejó ningún cabo suelto en el homicidio, ya que según el informe difundido por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, estuvo con los cuerpos sin vida de las menores durante casi tres horas, antes de deshacerse finalmente de ellos.
Las sedó y las envolvió en toallas
Lo ocurrido en este brutal suceso quedó al descubierto cuando el pasado jueves 10 de junio, el cuerpo de Olivia, la pequeña de seis años que estaba desaparecida desde hacía más de 40 días, fue hallada en una bolsa atada a un ancla a unos 1.000 metros de profundidad.
Esto llevó a armar las piezas del crimen que se comenzó a suscitar el pasado 27 de abril, cuando Tomás Gimeno acordó con su expareja, Beatriz Zimmermann, pasar la tarde con sus dos hijas, llevando a Olivia a clases de alemán y a Anna en la casa de sus padres.
Así aprovechó para ir hasta la Marina de Santa Cruz, para probar su barco. Tras ello, regresó a buscar a su hija mayor y compartió con las dos menores en el hogar de sus padres hasta que se fueron a su finca a la que arribaron a las 20 horas.
En este lugar se registró el macabro episodio, donde Gimeno sedó a sus hijas con medicamentos y las asfixió envolviéndolas en toallas. Así depositó los cuerpos en bolsas de basura y, posteriormente, los puso en el interior de bolsas de pesca y las cargó al interior de un baúl hasta su auto.
Este último accionar generó la muerte de su hija mayor, ya que la autopsia de Olivia reveló que la causa de su fallecimiento fue un "edema agudo de pulmón".
Con los cadáveres regresó a la casa de sus padres
Con absoluta frialdad, fue de nuevo a casa de sus padres con los dos cadáveres en el vehículo y allí dejó, a escondidas, a su perro Oto, junto con dos tarjetas de crédito y las llaves de otro auto que tenía.
Cerca de las 21:30 horas abordó el barco, que fue cargado con los bolsos que en su interior presuntamente se encontraban los cuerpos de Olivia y Anna. Poco más de 20 minutos después, Beatriz lo llamó de nuevo y Tomás le dijo que no volvería a ver a las niñas.
Bajo este panorama, se estimó que a las 22:30 horas arrojó al mar los cuerpos al mar y ató las bolsas al ancla de la embarcación para deshacerse de sus hijas.
Con esto se estableció que estuvo dos horas y media con los cuerpos, mientras continúan las pericias para dar con el paradero de Anna y de Tomás Gimeno.
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