Abogada sobrevive a brutal ataque armado de su exmarido: "Caí y luché todo lo que pude"
- Por Meganoticias
La abogada Eva Margarita Sosa, de 48 años, vive con miedo. Recién se recupera de un ataque a cuchillo que su exmarido le hizo el pasado 29 de marzo. Ella sufrió varias heridas cuando Sergio Soto ingresó a su bufete en Corrientes, en Argentina, y la atacó.
Cree que a pesar de estar separados, su expareja fue movida por los celos a cometer el delito que ha desatado un repudio colectivo, reseña el diario Clarín.
“Me ahorcaba y yo gritaba”
La abogada recuerda como una pesadilla lo vivido con Soto dentro de su oficina. El hombre había pedido reunirse con ella y en vista de que entre ambos no existía una mala relación, accedió a dejarlo pasar.
La pareja tiene hijos en común, incluyendo una pequeña que posee necesidades especiales, lo que hizo normal que Soto quisiera conversar con su exesposa.
"Escuché que golpearon la puerta y cuando atendí vi que era él. Me sorprendí por cómo estaba vestido", recordó Eva.
"Tenía anteojos oscuros, gorro oscuro, traje y la cara tapada con el barbijo hasta arriba”, expresó, pero en ese momento no podía sospechar en sus intenciones violentas. Al ingresar le pidió prestado el teléfono y allí se desató una furia hasta entonces desconocida.
Soto estrelló el aparato contra el piso, cerró la puerta por dentro y empezó lo peor.
"Comenzó a decirme barbaridades y a golpearme. Después sentí el cuchillazo, pero nunca vi dónde tenía el arma. Caí y luché todo lo que pude. Me ahorcaba y yo gritaba pese a que casi no me salía la voz", afirmó Sosa.
“En un momento no sé de dónde saqué la fuerza y con una mano agarré el cuchillo y con la otra traté de contener los golpes”, contó a periodistas de Radio Sudamericana.
Sosa recuerda que durante el ataque le pedía piedad por la hija especial, porque la iba a dejar sin su madre. Eso parece haber impactado en el hombre, que detuvo sus intenciones de matarla.
Celos
Aunque no existe ningún motivo que justifique la agresión, Sosa trata de buscar explicación a lo sucedido. Cree que Soto siente celos por sus nuevas aficiones y teme que ella un día se vaya a vivir a Turquía.
“Yo empecé a hacer cursos, a escuchar música turca, a compartir canciones turcas y creo que él relacionó esto con un hombre. Me decía, mientras me pegaba, que se enteró que yo estaba por fugarme a Turquía, pero no es cierto”, agregó la mujer.
Sosa indicó que su agresor es insulinodependiente y que durante la pandemia solo pasa tiempo frente al computador. La relación entre ambos solo se mantenía bajo el mismo techo porque en el colegio de la hija especial recomendaban que le dieran un ambiente de “familia feliz”.
Pero eso terminó hace tres semanas, cuando ella resueltamente le pidió a Soto que se fuera. Él estuvo de acuerdo, pero luego sucedió el ataque. Ahora el hombre está detenido y enfrentará cargos por tentativa de homicidio agravado por violencia de género.
Para la abogada, la situación no la tranquiliza. Ella teme que el sujeto regrese para matarla.
"Sé que él va a salir a terminar lo que empezó”, asegura. “Tengo pesadillas, a veces parece que lo veo en la esquina de mi cama”.
Solidaridad gremial
Lo sucedido fue rechazado por el gremio de abogados de Corrientes, cuyo directorio emitió un comunicado expresando la preocupación por este intento de feminicidio.
“Indudablemente la violencia de género constituye uno de los más terribles males sociales, que atenta contra los derechos humanos y contra el derecho fundamental a la igualdad y no discriminación por razón de sexo”, citó el documento.
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