Mantuvo en secreto la muerte de su patrona para quedarse con la casa y el seguro de vida
- Por Meganoticias
Al parecer existen algunas personas que se aprovechan de los pesares ajenos y este es un gran ejemplo. Una asesora del hogar decidió mantener en secreto la muerte de su patrona, la señora Pilar de 75 años, quien al parecer se contagió de coronavirus y posteriormente falleció, para poder quedarse en la vivienda.
Tras la muerte de la mujer, la empleada -de origen peruana- decidió incinerarla y no avisarle a ninguno de los familiares. Además, hizo una mudanza inmediata a la vivienda, ubicada en Leganés, España.
Cuando los hijos de la mujer se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo, decidieron llamar a las autoridades, quienes -según consigna El Mundo- comenzaron una extensa investigación del caso. Por ahora, cuentan solo con la declaración de Rosa, la empleada, quien informó que su patrona murió por el Covid-19.
Los familiares de Pilar han intentado sacar a Rosa de la casa, pero ella se ha negado completamente. De hecho, el yerno de la víctima intentó sin éxito negociar con la empleada durante las últimas semanas.
"Si tuviera dignidad se habría ido ya. La he ofrecido hasta 6.000 euros y la he ofrecido trabajo y un piso de alquiler y me contestó que si le daba 15.000 euros se iba", señala Juanjo, pareja de Rosana al diario español.
Investigación del caso
Como parte de la investigación, las autoridades fueron hasta la funeraria donde incineraron el cuerpo de la mujer, ya que en ningún momento contaron con permiso de familiares de la fallecida para realizar el procedimiento.
Pero esto no fue todo lo que Rosa hizo sin autorización, ya que tras llevar el cuerpo de su patrona a la funeraria, se dispuso a cambiar las boletas de agua y luz a su nombre, al igual que la póliza de salud de su expatrona.
Tras enterarse de lo ocurrido, la hija mayor de Pilar, Rosana, aseguró que su madre no tenía problemas de salud y mucho menos de gravedad, por lo que se generan dudas sobre su muerte.
“Me gustaría saber qué pasó con mi madre esos días, yo también tuve coronavirus en esa época y estuve 30 días ingresada, cuando nos enteramos de la muerte de mi madre, ya estaba incinerada”, reveló.
La situación eleva las dudas sobre un posible sesinato por parte de la empleada.
"Creo que mi madre no murió de forma natural y vamos a hacer todo lo posible para que se aclare lo que pasó. Tenemos indicios de que la trabajadora de mi mamá le pudo hacer algo”, confesó preocupada.
La investigación se ha visto frenada por la falta de una autopsia que revele lo que realmente ocurrió.
Rosa llevaba trabajando desde febrero en esa casa y solo estaba dos horas al día en el hogar para cumplir con tareas domésticas como la limpieza y organización.