Estas son las pruebas que implican al nuevo sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann
- Por Meganoticias
¿Qué pasó?
Un prisionero alemán fue recientemente nombrado como sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann hace 13 años. Las pruebas que lo implican en este caso, es que el hombre estaba en el lugar de los hechos justo cuando ocurrió el supuesto secuestro de la menor, quien se encontraba en Praia da Luz, Portugal, junto a sus padres y demás hermanos.
Según consigna el periódico The Guardian, el sospechoso se encuentra en una prisión de Alemania por otros delitos, sin embargo, una investigación arrojó coincidencias en su paradero con el día en que Madeleine desapareció, por lo que será investigado.
Otro indicio acerca de su posición de sospechoso en el caso, es una conversación telefónica que realizó el alemán, que terminó justo una hora antes de que la menor desapareciera el pasado 3 de mayo de 2007.
Se trata de un hombre alto (1.82 cms), blanco, con cabello corto y rubio. En el momento en que ocurrieron los hechos tenía 30 años de edad y ahora se encuentra en la cárcel por otros delitos no vinculados con el caso McCann.
"Él es el foco principal de nuestra investigación, por lo que estamos haciendo esta apelación, para ayudarnos con esa investigación, para probar o refutar su participación", dijo Stuart Cundy, subcomisionado adjunto de la policía de ese país.
Una búsqueda incansable
Para la familia McCann, los últimos 13 años no han sido fáciles, luego que su hija Madeleine desapareció aquel jueves 3 de mayo del 2007 en Praia da Luz, Portugal y es que, lo que comenzó como unas vacaciones en familia, terminó por convertirse en una total desgracia.
Han pasado 13 años y, hasta ahora, Madeleine sigue sin aparecer y las autoridades no han dado una respuesta concreta sobre el paradero de la niña.
El caso de la menor, que el 12 de de mayo habría cumplido 17 años de edad, ha generado múltiples teorías pero ninguna conclusión para su familia, que continúa la búsqueda desde el día en que la pequeña desapareció.
Más de una década desde su desaparición
En múltiples entrevistas, Kate y Gerry han revelado cómo ha sido el martirio que han tenido que vivir durante estos últimos 13 años.
La noche de la desaparición, los McCann dejaron a sus hijos durmiendo en su habitación y luego salieron a un bar a pocos metros dentro del mismo conjunto residencial, donde disfrutaban de una cena junto a otros amigos. El trato de ambos fue que cada 30 minutos iban a visitar la habitación de Madeleine y los gemelos Sean y Amelie, para vigilar que todo estuviera en orden.
Sin embargo, la madre explica que a las 10 de la noche de aquel día: "Entré a la sala de estar por las puertas de la terraza, igual que lo habían hecho antes Gerry y Matt (un amigo de la pareja). El dolor, el terror y la impotencia abrumadora que sentí entonces son indescriptibles”, dijo Kate.
La cama de Madeleine estaba vacía y la ventana de ese cuarto estaba abierta. Por allí se habían llevado a la niña.
La investigación del caso
Aunque han sido años de búsqueda e investigación, muy poco se conoce sobre lo que realmente ocurrió esa noche en Portugal.
Al comienzo, la búsqueda de la niña involucró a todos los ciudadanos del conjunto residencial que, sin intención, destruyeron cualquier prueba policial, al entrar y salir en repetidas oportunidades de la habitación, tras conocerse la desaparición de la menor. Las huellas o rastros de los culpables se perdieron en ese momento.
A pesar de la ardua investigación por parte de cuerpos de policiales de Portugal y luego de Inglaterra, las interrogantes sobre el caso se han incrementado y, hasta ahora, no se han encontrado demasiadas respuestas.
Al comienzo de la búsqueda policial, los padres de la menor fueron señalados como sospechosos principales. Sin embargo, a los pocos meses lograron librarse de esa hipótesis que todavía mantienen algunos detectives portugueses.
Las hipótesis que se manejan sobre el caso van desde una red internacional de tráfico de menores, hasta un asesinato planificado por parte de sus mismos padres, pero ninguna de ellas ha sido probada. Ahora Madeleine tiene 17 años y su desaparición sigue siendo un completo misterio.
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