Los misterios de la pintura más perseguida de la historia

  • Por Meganoticias

¿Qué pasó?

Con una historia de seis siglos, esta obra de arte compuesta por varias escenas religiosas parece que ya está pronta a encontrar la paz.

Se trata de una pintura llamada “La adoración del cordero místico”, de los hermanos Hubert y Jan Van Eyck, que está compuesta por una tabla central y otros ocho paneles.

Este año estará restaurada para que pueda ser visitada en la Catedral de San Bavón de Gante. Se cree que esta será la ubicación definitiva de las piezas que antes estuvieron separadas y expuestas en el Museo de Bellas Artes de Gante (Bélgica).

La pieza fue culminada 1432, pero de los dos autores, solo uno (Jan) pudo terminarlo pues el otro murió (Hubert van Eyck).

El calvinismo persiguió muchas obras religiosas y se destruyeron otras tantas pues sus preceptos negaban la adoración de imágenes, lo que obligó a esconder este conjunto de pinturas en el campanario de la iglesia y luego en el ayuntamiento.

Viaje en el tiempo

La belleza de la obra se había hecho tan popular, que para los tiempos de la Revolución Francesa, fue llevada en carreta hasta el Museo del Louvre, pero dejaron en Gante los paneles de Adán y Eva pues los desnudos no agradaban mucho. En 1815, el rey Luis XVIII devolvió la obra a su país de origen, con otro viaje en carreta.

A principios del siglo XIX el retablo fue vendido y sus seis paneles laterales fueron cortados por la mitad con la idea de exhibirlos por ambas caras.

Luego, las piezas que estaban en la catedral de San Bavón casi se destruyen en un incendio, mientras que los desnudos de Adán y Eva fueron vendidos al Estado Belga.

Para mediados de 1.800 había copias de los paneles, pues al estar dispersos en distintas ciudades era complicada una reunificación.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el panel central que estaba en Alemania fue escondido en una mina de sal por los nazis.

Más adelante hubo que esconder en casas particulares las tablas para evitar su extravío. Así estuvieron hasta que al terminar la Guerra Alemania devolvió a Bélgica las partes que conservaba, precisó el diario ABC.

Los paneles dedicados a “Los jueces justos” y “Juan Bautista” fueron robados, pero aunque apareció el de los Jueces Justos, el otro no fue encontrado.

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