Ni perro ni lobo: El extraño animal encontrado en Siberia que cautiva a los científicos
- Por Meganoticias
¿Qué pasó?
Puede ser un pariente lejano del perro y del lobo, o el eslabón perdido que marcó el cruce de caminos entre dos especies. Así lo ven los científicos rusos que acaban de encontrar los restos casi intactos de un cuadrúpedo de 18 mil años de antigüedad en una zona de eterna congelación en Siberia.
El animal, que según los estudios era un macho, se encuentra en perfecto estado debido a las condiciones en las que yació. Los dientes, el hocico y el pelaje fueron protegidos por el frío glacial, tal como ocurrió con el bebé mamut de 10 mil años de antigüedad hallado en 2007.
En aquella ocasión, los restos casi perfectos de una bebé mamut lanuda de 50 kilos fue hallada por investigadores en la península de Yamal, en la república rusa de Yakutia, un área rica en permafrost, como se le conoce al hielo que jamás sufre afectaciones estacionales.
¿Perro-lobo?
En el caso de perro-lobo, pese a su perfecto estado, los científicos no han podido clasificarlo por la forma neutra entre una y otra especie. La data de su muerte se obtuvo por la prueba de radiocarbono (carbono 14).
Justo en este punto entra un análisis de tipo histórico para este hallazgo, pues los perros que conocemos hoy vinieron de una línea de lobos que fueron domesticados.
Lo que no se tiene preciso es cuántos miles de años pasaron para que los lobos se adaptaran a la vida con los humanos y modificaran hábitos, comportamiento y morfología.
Domesticación
En la revista Science, se publicó un estudio que sugirió una domesticación de los perros durante el Paleolítico, es decir, entre 20 mil y 40 mil años. De ser así, este cachorro pudo ser una especie intermedia entre lobos y perros.
Dave Stanton, del Centro de Paleogenética de Suecia expresó: "Ya tenemos muchos datos, y con esa cantidad de datos, uno esperaría saber si fue uno u otro (perro o lobo)”.
Los estudios genéticos comenzaron en los restos de Dogor, nombre que significa “amigo” en lengua local. Así bautizaron a este peludo que tiene cautivados a los científicos, ya que su código genético puede dar nuevas luces sobre la evolución de estas especies.