Ejecutivos de Thomas Cook cobraron millonarios bonos mientras la compañía se hundía
- Por Meganoticias
La amenaza de perder miles de empleos en varios países del mundo y otros cientos de miles de viajeros afectados dejó la sorpresiva noticia de este lunes que anunciaba la quiebra del histórico turoperador británico Thomas Cook.
La empresa había visto decaer su negocio en los últimos años debido a la feroz competencia de las web de viajes y la reticencia de los turistas a viajar ante las incertidumbres que rodean al Brexit, retrasado ya dos veces este año.
Pero pese a la enorme crisis y brutales consecuencias, medios británicos informan que los ejecutivos de la compañía retiraron millonarios bonos, incluido el presidente ejecutivo Peter Fankhauser, quien anunció el colapso de la compañía.
Fankhauser ha cobrado unos 10 millones de dólares desde 2014, cerca de la mitad en pagos de bonos, según los medios. En total, los directores de la agencia de viajes más antigua del Reino Unido están acusados de ganar cerca de 58 millones de dólares en bonos y bonificaciones en los últimos 10 años.
Tras conocerse la situación, el primer ministro pidió una investigación y cuestionó si los jefes deberían pagarse "grandes sumas de dinero" a medida que sus negocios se van "por los aires".
Mientras que el canciller opositor John McDonnell dijo: "Tienen la responsabilidad moral de devolver sus bonos. Crearon este desastre y hay un gran número de personas que pierden sus empleos. Los jefes deberían devolver el dinero para compensar a esos trabajadores".
Thomas Cook está presente en Cuba, México, Tailandia, China, Emiratos Árabes Unidos o las islas Maldivas. Pero sus principales destinos se encuentra en el sur de Europa y en países mediterráneos como Túnez y Turquía.
Thomas Cook, compañía pionera de los viajes turísticos de 178 años de antigüedad, negoció intensamente durante todo el fin de semana en busca de una inyección de 200 millones de libras –unos 250 millones de dólares, 227 millones de euros– para evitar el colapso. Pero fracasó y tuvo que cerrar repentinamente.
"Un rescate no habría sido un buen uso del dinero de los contribuyentes, habríamos tenido que repatriar a la gente más adelante y habríamos perdido más dinero en el proceso", defendió este lunes una portavoz del ejecutivo británico.
"Es un mercado muy competitivo y no es función del gobierno apoyar a las empresas cuando surge este tipo de problemas", agregó, asegurando que se investigará la responsabilidad de los directivos, que cobraron importantes primas mientras empeoraban los resultados del grupo.
El grupo presentó un plan de reestructuración por el cual el conglomerado chino Fosun habría tomado el control de sus actividades de turoperador, al tiempo que los acreedores (entre otros, los bancos RBS, Barclays y Lloyds) asumían el de su compañía aérea.
Pero los 900 millones de libras (1.020 millones de euros, 1.120 millones de dólares) prometidos por las partes no eran suficientes y por eso la compañía necesitaba otros 200 millones de libras para continuar con sus actividades.
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