Restos de estación espacial china cayeron en amplia zona del Pacífico Sur
- Por Felipe Solís Díaz
Agencia AFP
El laboratorio espacial chino Tiangong-1 se desintegró este lunes al entrar en la atmósfera y caer en el Pacífico Sur, tras dos años de vuelo descontrolado en el espacio, informaron autoridades chinas.
El módulo Tiangong-1 prácticamente se quemó sobre la vasta región oceánica central a las 8:15 horas (0015 GMT), anunció la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China (CMSEO).
"La mayor parte de los materiales quedó destruida en la fase de entrada en la atmósfera", aseguró la CMSEO en un comunicado, que de paso confirmó que no está establecido el punto exacto de caída de los restos del aparato.
El laboratorio que fue puesto en órbita en septiembre de 2011, se desplazaba de forma descontrolada desde 2016, y regresó a la atmósfera un poco antes de lo previsto. La CMSEO había anunciado primero que su vuelta a la Tierra tendría lugar hacia las 00H42 GMT, lo cual lo habría hecho caer en el Atlántico Sur, frente a la costa de Sao Paulo.
El Tiangong-1, o "Palacio celeste 1", fue utilizado para llevar a cabo experiencias médicas y se consideraba como una etapa preliminar en la construcción de una estación espacial china.
China había intentado tranquilizar a la gente ante el regreso a Tierra del laboratorio espacial de cerca de ocho toneladas, asegurando que no causaría daños al caer. Las autoridades chinas prometieron incluso un espectáculo "espléndido", similar a una lluvia de meteoritos.
La red militar estadounidense de radares y sensores confirmó que el Tiangong-1 entró en la atmósfera sobre el Pacífico, pero aseguró que lo había hecho un minuto más tarde de lo indicado por los chinos.
El Tiangong-1 es el 50º mayor objeto fuera de control que cae en la Tierra desde 1957, señaló Jonathan McDowell, astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Estados Unidos.
China invirtió miles de millones de dólares en la exploración del espacio para intentar ponerse al nivel de Europa y Estados Unidos. Este programa, coordinado por el ejército, se percibe en el país como un símbolo de su recuperada potencia.
Pekín puso otro laboratorio, el Tiangong-2, en órbita en septiembre de 2016 y espera poder convertirlo en una estación espacial habitada en 2022, momento en que la Estación Espacial Internacional habrá dejado de funcionar.
El gobierno chino quiere también enviar una nave espacial hasta Marte, y luego hacer descender un vehículo robotizado en el planeta rojo. Sueña asimismo con enviar a un hombre a la Luna.