Desde el rol del entrenador hasta las expectativas en su participación: La antesala de Chile en el Mundial de Rugby

Hasta Francia emprendió vuelo la Selección Chilena para competir por primera vez en su historia en un Mundial de Rugby, una epopeya que para muchos se sitúa casi al nivel del título en la Copa América de fútbol en 2015 y de los campeones olímpicos de tenis en Atenas 2004.

Siempre relegados en el continente, los representantes nacionales lograron la épica en una serie final de infarto contra Estados Unidos y cortó con la inercia de las eliminaciones constantes a las citas máximas del rugby.

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La influencia de Lemoine

¿Qué cambió esta vez? La contratación del entrenador uruguayo Pablo Lemoine, que le contagió una mentalidad ganadora al rugby chileno, y la profesionalización de la mayoría de los seleccionados, a través de la franquicia Selknam.

"El trabajo de Lemoine ha sido clave y es comparado en Chile con lo que hizo (el argentino) Marcelo Bielsa con la selección de fútbol desde 2007: le cambió la cara y fue la base para lograr la Copa América en 2015", dijo a la AFP Rodrigo Eyzaguirre, exdirector de deportes de La Tercera.

 

Créditos: AFP

 

Para sellar boleto a Francia, Lemoine (48 años), exjugador de Uruguay, fijó un sistema de máximo sacrificio para jugadores que venían del amateurismo y se convirtieron en profesionales a través de Selknam, otro de los grandes aciertos que le dio un gran salto de calidad al rugby nacional. Los integrantes de la franquicia acaparan la lista de convocados al Mundial.

La formación de este equipo en 2019, que compite en el Super Rugby Américas, "permitió que varios jóvenes talentosos se dediquen mucho más al rugby cuando antes tenían que trabajar o estudiar", añadió Eyzaguirre.

"La parte emocional detrás de estos procesos es lo más importante. A veces hablamos de lo deportivo y no entendemos que los jugadores también han cambiado su vida, su rutina. Hay un orden", dijo el 'head coach' en declaraciones a ESPN en julio pasado.

Con un sistema clasificatorio que lo favoreció, Chile dejó en el camino a Canadá y alcanzó su cupo ante Estados Unidos en una definición de ensueño en julio con triunfo apretado y a último minuto 31-29.

Pero en la interna se sabe que es muy difícil ganar un partido en su primer Mundial en el que comparte grupo con potencias como Inglaterra y Argentina, así como con seleccionados en crecimiento como Japón y Samoa.

"Hay esperanzas de poder ganar algún partido, la esperanza nunca se va a perder, pero hay mucho realismo: el gran logro del rugby chileno es la clasificación y este Mundial se toma como parte de un proceso de crecimiento, no se toma como un camino final", sostuvo el analista deportivo.

En la misma sintonía, Nicolás Bruzzone, técnico de los Selknam señaló sobre las expectativas para el Mundial, donde Chile, el único seleccionado debutante, quiere aprovechar la cita máxima para acumular experiencia, sin mayores expectativas por los resultados.

"Para una primera experiencia será algo muy bueno para el desarrollo de nuestro rugby poder competir de igual a igual, con los mejores del mundo, sin importar el resultado", dijo a la AFP Bruzzone, quien señaló que "está bueno tener los pies en la tierra, trabajar con mucha humildad".

En el camino del crecimiento de este deporte, Eyzaguirre dijo que han comenzado a surgir proyectos en distintos lugares de Chile que buscan impulsar en comunas populares "el valor colectivo y la unión que genera el rugby".

Por ahora el rugby de Chile está reservado a las clases más acomodadas, como también ocurre en Argentina y Uruguay, los otros dos participantes sudamericanos en el Mundial, países de la región donde el fútbol lo acapara casi todo.

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