Giorgio Chiellini se despide de la Azzurra en la Finalissima contra Argentina este miércoles
- Por Meganoticias
El intimidante Giorgio Chiellini se despide de la defensa de la selección italiana el miércoles con motivo de la Finalissima contra Argentina en Londres (14:45 horas de Chile), en un partido de gala entre las selecciones campeonas de Italia y Sudamérica.
Será en el estadio de Wembley, precisamente el escenario en el que la Azzurra ganó la Eurocopa en 2021.
Aquella final europea, en la que Italia superó en la tanda de penales (3-2 tras empate 1-1) a la anfitriona Inglaterra, fue un punto culminante en su trayectoria profesional.
La sonrisa del capitán, que había perdido la final de la Eurocopa ante España en 2012, cuando levantó el trofeo era como la de un niño, decidido a disfrutar de su momento a pesar de ser ya un futbolista veterano.
La 'Torre de Pisa' (su ciudad natal) quería "terminar a lo grande" con la disputa del Mundial de Catar-2022, pero Italia fracasó en el intento de clasificarse, con una dolorosa derrota 1 a 0 ante Macedonia del Norte en marzo en las semifinales de su repesca.
Ese revés cambió sus planes y hace que su despedida como internacional italiano se adelante a este miércoles, a los 37 años, en el día que jugará su 117º y último partido con la Nazionale.
Esta despedida sigue a la que tuvo recientemente con la Juventus, con la que disputó recientemente en Florencia su último partido.
No ha desvelado cuál será su futuro inmediato, pero según la prensa podría pasar a jugar en el campeonato norteamericano.
"Reflexionaré sobre todo eso después. Ahora quiero disfrutar estos días. Tengo todo el mes de junio para decidir", afirmó Chiellini este lunes en rueda de prensa.
"Idiota, pero no malo"
"Ha tomado su decisión y las decisiones deben ser respetadas. Es normal que tome otro camino", comentó el viernes el seleccionador Roberto Mancini.
Este defensa de cráneo afeitado se ha inscrito en la tradición de los sólidos defensas centrales italianos, conocido por su compromiso y por su fortaleza. En contra de lo que pudiera parecer, su juego se ha ajustado casi siempre al reglamento y apenas vio dos tarjetas rojas en 430 partidos en la Serie A.
"Puedo ser idiota, sí, pero malo nunca, aunque haya podido hacer daño", aseguraba en 2020 al diario La Repubblica el apodado como 'King Kong' por sus celebraciones golpeándose el pecho.
En la Serie A empezó con la Fiorentina en 2004, tras haber destacado en las divisiones inferiores del Livorno (2000-2004). Ya en 2005 comenzó su particular historia de amor con la Juventus.
Cuando la 'Vecchia Signora' fue descendida administrativamente a la Serie B tras el escándalo del 'Calciopoli', en 2006, él se quedó.
Los 'tifosi' comprendieron entonces que no solamente era un jugador prometedor, sino también fiel. El premio a esa lealtad llegó luego con la racha récord de nueve títulos de campeón de Italia que la Juventus consiguió entre 2012 y 2020, a los que acompañaron cinco en la Copa de Italia.
Las principales decepciones para Chiellini y la Juventus en esos años llegaron en la Liga de Campeones, donde los turineses no consiguieron el objetivo de ser campeones en esos años.
Chiellini perdió con la 'Juve' la final de 2017, ante el Real Madrid. En la que su equipo perdió en 2015, ante el Barcelona, se encontraba lesionado.
El mordisco de Suárez
Este exlateral izquierdo se convirtió en una referencia en la defensa central, un puesto en el que el primero en haberle probado fue Didier Deschamps, el actual seleccionador de Francia, cuando entrenaba a la 'Juve' en segunda división.
"Era un caballo loco, me pasaba los partidos corriendo. Fue ya más tarde cuando me centré en fijar un reto claro con el atacante rival", contó Chiellini sobre su evolución.
Zlatan Ibrahimovic admitió su admiración por él: "Es un animal que te persigue sin cesar, esa es la mentalidad adecuada".
Uno de los momentos más recordados de Chiellini se dio en el Mundial de Brasil-2014, cuando fue mordido en pleno partido por Luis Suárez.
Ese duelo ante Uruguay fue el último jugado por 'Giorgione' en un Mundial.
No fue convocado al Mundial-2006, por lo que no formó parte de aquel grupo campeón de Marcello Lippi, y luego, en 2010 y 2014, vivió con Italia los fracasos de las eliminaciones en la fase de grupos. Su selección no se clasificó para las ediciones de 2018 y 2022.
Este titulado en economía ve su vida tras la retirada en los despachos, quizás como dirigente "en un papel de gestión", ya que le gustaría "contribuir a reformar el fútbol".